"Si comía algo sólido no lo podía digerir bien y corría en el riesgo de vomitar en la cara de mi compañero de reparto"
Hay pocas cosas peores que dañar la infancia de un niño. Generarle angustias que no le pertenecen y cargarle con responsabilidades que no debería conocer hasta su adultez. Y luego está el horror absoluto: usar un personaje de dibujos animados para publicitar una dieta para perder peso. “El peso de la Cenicienta” se viraliza para la preocupación de todos.
La dieta empezó a dfundirse entre las chicas en Japón y se ha expandido rápidamente por las redes sociales. Su objetivo es que tu figura se parezca a la de la Cenicienta en sus mejores galas, claro, y sin importar nada más que las cifras. A partir de tu peso y tu altura se calcula, reduciendo a metros cuadrados tu peso y multiplicando por 18, sin ningún rigor científico y ninguna consideración de otros factores como la edad, la talla que deberías tener para andar por la vida como el personaje de Disney, pero haciendo malabares con tu alimentación.
La Cenicienta/Disney
Por si esto no fuera ya peligroso, la talla ideal es la que da un índice de masa corporal de 18, por debajo del rango de lo que se considera un peso sano por los dietistas-nutricionistas. Y aunque para algunas personas, por constitución física, este peso puede ser algo sano o natural, puede resultar en enfermedad para muchas otras. Por no decir lo perjudicial que es para cualquier persona joven perseguir un peso ‘perfecto’ sin ninguna necesidad médica.
Pero, a estas alturas del partido, ¿quién quiere ser Cenicienta? ¿Quién se cree que la felicidad está en un peso o una talla o en encontrar un príncipe azul o en vestir ropas lujosas?
La Cenicienta/Disney
Para empezar, la misma actriz que interpretó a Cenicienta lo pasó fatal durante el rodaje. Lily James se metió en el papel de este personaje de Disney en 2015 y suscitó la polémica por lucir una cintura imposible en su vestido de gala. Se dijo que había sido modificada digitalmente para parecerse a la silueta de ficción del dibujo animado. Aquello nunca se confirmó, pero la actriz contó que para caber en el vestido se sometió a una dieta líquida:
"Cuando tenía puesto el corsé grabábamos contínuamente; no nos deteníamos ni para almorzar o tomar el té. Incluso comíamos mientras estábamos en movimiento y yo ni siquiera tenía tiempo para desatarme el corsé. Así que si comía algo sólido no lo podía digerir bien y corría en el riesgo de vomitarle en la cara a Richard Madden [el príncipe] durante la grabación. Así que lo único que tomaba era sopa".
Sin embargo, no olvidemos quiénes son las principales receptoras del mensaje que llevan en su imagen personajes como la Cenicienta: niñas menores de edad que pueden no tener la capacidad crítica de un adulto para ladear mensajes perjudiciales como las de esta dieta.
[Vía Koreaboo]
