Si no te gusta correr pero te gusta la fiesta, esta será la carrera de tu vida
Si no te gusta correr pero te gusta comer, lo que mejor que puedes hacer es apuntarte a una maratón. Pero no una cualquiera, sino a la Maratón Du Médoc. Recorrerás los 42,195 kilómetros reglamentarios, sí, pero durante ellos llegarás a catar 20 vinos regionales en las zonas de habituallamiento y la oportunidad de hincarle el diente a delicias autóctonas como quesos y embutidos, carnes y dulces disfrazado de lo que más te venga en gana.
Así lo demuestra el corredor de la edición anterior que grabó un video desde dentro de la carrera. Copas de vino tinto, buenos manjares franceses y disfraces a raudales.
Esta 33ª edición se celebrará en Saint Germain d’Esteuil, al noroeste de Burdeos, aunque cada año se van turnando los pueblos de la región de Médoc, en el departamento de Gironda.
Aquí lo que menos importa es conocer el ganador, aunque su manera de celebrarlo sea también distinta al resto de maratones.
Con tanto vino, el humor está asegurado y no faltan los muchos que se equipan con disfraces para la carrera, que este año tiene el tema de “La música en 33 vueltas” y que, como siempre, transcurrirá por viñedos y castillos y se animará con bandas de música.
Pero entre risa, kilómetros y copitas de vino, hay unos límites: se requiere que los participantes que se apunten sean corredores de verdad y que estén por la labor. De ahí que haya un máximo de seis horas y treinta minutos para completar la prueba, un tiempo generoso que permite ir haciendo pequeñas degustaciones pero no sentarse a empinar el codo y llenar la panza. También se les pide un certificado médico que garantice que pueden correr sin problemas.
Además, solamente pueden participar unas 10 mil personas, un número mucho más bajo que las solicitudes recibidas. Y aunque más que una maratón, parece una fiesta, los organizadores afirman que la mayoría logra completar el trayecto.
Pero esta maratón solamente es parte de un festival de 3 días que empieza con la Noche de las Mil Pastas: cena, baile, espectáculo y fuegos artificiales en el castillo de Saint Germain D’esteuil. El segundo día tiene lugar la maratón, que termina también con una gran fiesta. Y el último día se termina con un paseo de 10 kilómetros por los viñedos, para poder catar con más calma, rematado por un buen desayuno para degustar las delicias de la región. Los precios oscilan entre los 86 del dorsal y los entre 30 y 50 euros que cuestan las degustaciones.
Se la ha elegido en distintas ocasiones como la segunda maratón internacional mejor organizada después de la de Nueva York. Y no es de extrañar: porque hay premios por el camino y también para el ganador, que se lleva el equivalente de su peso en botellas de vino de las mejores cosechas.
Fue creada en 1984 por un grupo de aficionados del deporte que se unieron en l’Association pour le Marathon des Châteaux du Médoc, con su presidente Vicent Fabré a la Cabeza y otras 50 personas que se encargan de su organización. Este año donarán los beneficios a luchar contra la diabetes juvenil (Aide Aux Jeunes Diabétiques) y a la Mediateca de las Enfermedades del Hospital de Burdeos.
[Vía Le Marathon du Médoc]