Si reconoces a alguien de tu entorno en esta descripción, sal corriendo y no mires atrás. Si te reconoces en esta descripción, pide ayuda psicológica
Como socialmente nos hemos acostumbrado a utilizar la palabra narcisista para cualquier persona engreída, egocéntrica o que suba demasiados selfies a Instagram, es normal que la mayoría de nosotros no tengamos del todo claro qué significa la palabra en realidad.
La personalidad narcisista es algo mucho más complejo y tóxico que pasar demasiado rato al día delante del espejo. Se trata de un trastorno que afecta al 0,5% o 1% de la población, y estos son las 5 principales características que te pueden ayudar a identificarlos.
1. Les falta empatía
La falta de empatía podría ser una de las primeras banderas rojas para darte cuenta de que estás frente a un narcisista. Al narcisista se la suda lo que los demás tengan que decir, ni va a hacer ningún esfuerzo en entender tu vida ni la de nadie. No tiene interés en ponerse en los zapatos de los demás, y probablemente desconecte en cuanto la conversación no trate sobre él.
Dicho de otra forma: una de las formas en las que podrás cazar a un narcisista es por lo mal que se le da escuchar. En lugar de estar escuchando la conversación, simplemente están escuchando su turno para hablar.
2. Tienen una gran personalidad
Esta es normalmente la forma en la que estas personas nos conquistan: al sentirse tan importantes, los narcisistas tienden a mostrarse de una forma que les hace destacar entre la gente.
Su carisma y seguridad puede cautivarte y nublarte el juicio, pero tienes que tener claro que no es más que una careta que utilizaran como herramienta para conseguir lo que quieren.
Son expertos manipuladores, giradores de tortillas de competición. No te dejes engañar.
3. Los narcisistas se creen superiores a los demás
Pero no por eso tienen una buena autoestima. He aquí lo paradójico del narcisista. Se trata de personas con un autoconcepto a priori muy elevado. Se creen por encima de los demás, o al menos eso muestran, y eso creen ellos mismos.
Los narcisistas, sin embargo, tienen la piel muy fina y digieren muy mal las críticas, lo que hace creer que sus pensamientos inconscientes sobre sí mismos son mucho más negativos de lo que muestran de cara a la galería.
Equivocarse, fallar o perder algo que querían puede sentar especialmente mal a un narcisista, porque su capacidad para afrontar su propia vulnerabilidad es nula.
4. Necesitan ser admirados constantemente.
Los narcisistas necesitan atención. Constante. Permanente. Para darle más cringe, #tolrato. Para un narcisista, la admiración y los cumplidos son una auténtica droga. Necesitan que las personas de su alrededor les hagan caso cada vez que quieran.
Son yonquis de ser el centro de atención, y como cualquier yonqui, cuando su droga les falta responden mal. Muy mal, así que pueden perfectamente aplicar la idea de que la mejor defensa es un buen ataque, aunque no tengan ningún motivo para estar enfadados en primera instancia.
Como a la larga les cuesta encontrar estos aplausos en las mismas personas, tienden a variar de compañía para satisfacer esta necesidad.
5. Les mueve lograr un estatus de poder
Si hay algo que se la ponga más dura a un narcisista que la atención, es el poder. El narcisista ansía ser líder, controlar la situación, dirigir a la gente y saber que los está impresionando, pero sin tener que colaborar con los demás.
El narcisista quiere que le obedezcan sin dar ningún motivo para conseguir semejante posición. Se cree líder, pero es en realidad dictador.
Scott Barry Kaufman escribió para Psychology Today, “las situaciones de liderazgo que los narcisistas buscan son en las que pueden encandilar y dominar a otros sin tener que cooperar o sufrir las consecuencias de una mala reputación”.
Los psicólogos consideran que tratar la personalidad narcisista es una de las cosas más complicadas que pueden encontrarse en su consulta, ya que el primer paso sería que el paciente pudiera reconocer que es un narcisista. Algo que, como podrás imaginar, es poco habitual.
Si tienes una persona en tu vida que responde a este patrón, puedes tratar de hacerle ver su problema y sugerirle que necesita ayuda profesional. Si realmente estás frente a un narcisista, lo más probable es que trate de volver todo lo que le digas en tu contra hasta que dudes de tu propia verdad, así que el mejor consejo que te podemos dar es que te des media vuelta, te alejes de esa persona y no mires atrás.
Y, sobre todo, resistir cuando vuelva con su careta de persona deslumbrante para tratar de recuperarte. Porque, por desgracia, los narcisistas siempre vuelven.