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Asesinan a una mujer en Costa Rica y en las redes no paran de culparla por “viajar sola”

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El caso de Sirena demuestra que para muchos el “viajar sola” es al feminicidio lo que las minifaldas a la violación: si te pasa, era porque “lo estabas buscando”

Elena Rue Morgue

09 Agosto 2018 12:13

Se llamaba María Trinidad Matus, aunque la llamaban Sirena. Tenía 25 años, era mexicana y estaba de vacaciones en Costa Rica.

A Sirena la mataron, y en las redes sociales la están responsabilizando de que la asesinaran por viajar sola.


Fue en la playa. De acuerdo con AFP, “la policía judicial indicó que fue asesinada en horas de la madrugada cuando caminaba por la playa de Santa Teresa, en el noroeste de Costa Rica”. Aunque la mayoría de la prensa asegure lo contrario, cuando mataron a Sirena ni siquiera estaba sola. De hecho, según las fuentes policiales, estaba “junto a una amiga inglesa, quien logró salir con vida del asalto”, pero si recordamos el asesinato de las argentinas Marina Menegazzo y María José Coni, hace dos años en Ecuador, parece para buena parte de la sociedad dos mujeres juntas también están solas.

En esta ocasión, los comentarios se han repetido.

En un comunicado oficial el portavoz del Organismo de Investigación Judicial explicó que, tras ser asaltadas por dos hombres, la chica británica logró huir y pedir ayuda a un guardia de seguridad privada de un vecindario cercano. El hombre que la asaltó había tratado de arrastrarla al mar para ahogarla. El guarda y los vecinos corrieron a socorrer a Sirena y atrapar a sus asesinos. Lograron retener a uno de ellos, pero para entonces el cuerpo sin vida de Sirena ya yacía sobre la arena.

Al conocerse la noticia en México, muchos usuarios aseguraron que la mataron no por culpa del machismo, sino por su falta de sentido común.

La mayoría de esos comentarios se olvidan de hablar del papel protagonista como asesinos de los hombres que mataron a Sirena.

El problema de base para ellos es, claramente, que nosotras no nos andamos con cuidado en el mundo que tenemos, no que la sociedad funcione así.

Creen que María invocó a sus asesinos, o los provocó publicando en sus redes sociales que iba a hacer ese viaje.

Y hasta hay quien ha intentado invalidar que las mujeres protestemos y difundamos la noticia y nuestra visión al respecto en redes: “Si quisieras hacer algo estarías buscando a los asesinos no dando tu opinión aquí”.

Como era de esperar, también hubo mujeres que se cubrieron de gloria dejando claro que la sororidad, la empatía y en sentido de la justicia y la libertad en general no son cosas que les interesen, al menos cuando la tragedia no les toca directamente.

Pero, ¿cómo vas a ser dueño de tu seguridad si no puedes controlar que venga otro a matarte? ¿Qué disparate es ese? Claramente la seguridad de esa chica no fue de su pertenencia cuando vinieron y la mataron. Hay que tener valor para decir algo así.

Afortunadamente la red también se ha llenado de usuarios que hablaron desde la pena, la rabia y la indignación que se merece un caso como este.


No queremos que nos tratéis como a princesas, ni superioridad, ni privilegios como dicen algunos. Queremos que no nos maten.

Queremos que, cuando algo así vuelva (porque, por desgracia, volverá a pasar) no se pongo ni un ápice de responsabilidad en la muerta.

Tenemos derecho a viajar solas.

Tenemos derecho a salir y entrar cuando queramos.

Tenemos derecho a vivir sin miedo.

El día antes del asesinato de Sirena, una española, Arantxa Lopez Gutierrez, de 31 años, fue asesinada también en las playas de Costa Rica. Había viajado allí con su pareja. La encontraron en la playa asfixiada son signos de haber sido sexualmente agredida.


Probablemente de Arantxa digan lo mismo que están diciendo de María, que si no quería que la mataran, no tenía que haber salido a correr sola aquella mañana.

En Twitter un tal David se pregunta como su marido "le dejó" salir sola, porque para él y otros tantos son los hombres los que nos han de dar el permiso para salir.

O para vivir, lo mismo da.

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