Jay Asher ha sido acusado anónimamente. Esta información precipitó su expulsión del equipo de escritores de la segunda temporada de la popular serie de Netflix
No todo el mundo sabe quién es Jay Asher, pero su literatura juvenil sí que es ampliamente conocida en todo el mundo. El autor de la novela Por trece razones saltó definitivamente a la fama después de que su obra fuera llevada a la pequeña pantalla de Netflix, convirtiéndose además en una de las series más populares de 2017.
Estrenada el pasado abril, Por trece razones generó grandes polémicas entre los espectadores. Su historia sobre el suicidio de una adolescente pecaba para algunos de excesiva romantización. Para otros, en cambio, su crítica al acoso escolar y al abuso sexual suponía una victoria, ya que estos temas a penas aparecen retratados con tanta dureza en los productos audiovisuales destinados a un público más joven.
La obra de Jay Asher parecía haber abierto una puerta a otro tipo de miradas hacia el universo adolescente actual, sin embargo, según fuentes de EW, el novelista ha sido despedido del equipo de guionistas de la serie después de que hace unos meses aparecieran unos mensajes anónimos en los que se le acusa de haber cometido acoso sexual.
El despido ocurrió en 2017, pero la noticia ha salido ahora a la luz después de que Anne Ursu publicara un post en Medium haciendo referencia a las situaciones de acoso y abuso a las que muchas mujeres se han enfrentado en la industria editorial infantil y más concretamente en el universo de la Society of Children’s Book Writers and Illustrators.
En palabras de Lin Oliver, director de esta organización: “se descubrió que tanto Jay Asher como David Diaz [ilustrador infantil] habían violado el código de conducta de SCBWI respecto al acoso. Las acusaciones contra ellos fueron investigadas y, como resultado, ya no son miembros”.
Por su parte, Asher ha dicho a Buzzfeed que esta decisión le pareció injusta, ya que esos emails anónimos no prueban absolutamente nada. Según sus declaraciones al medio, le parece escalofriante que se deje de confiar en él sin pruebas concluyentes.