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Artículo El suicidio de su padre se convirtió en un exitoso y divertido musical Lit

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El suicidio de su padre se convirtió en un exitoso y divertido musical

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'Fun Home', el cómic de Alison Bechdel sobre su tragedia familiar, cosechó un gran éxito en Broadway y se representó incluso en su pueblo natal

Eudald Espluga

06 Noviembre 2017 12:43

“Es bastante monstruoso hacer lo que hice, exponer así a mi familia”

Estas palabras son de Alison Bechdel —57 años, dibujante, nacida en Beech Creek, Pensilvania— y se refieren al cómic que publicó en 2006, Fun Home, en el que explica la historia de su padre gay, incapaz de salir del armario, que terminó suicidándose pocos meses después de que ella se presentara públicamente como lesbiana.

También se refieren al musical que, en 2013, nació de sus memorias autobiográficas y que se consagró en Broadway en 2015. El éxito fue tan brutal que además de las 12 nominaciones a los premios Tony, ha elevado la figura de Alice Bechdel al cielo de los iconos pop: el mes pasado apareció en un capítulo de Los Simpson.

Sin embargo, como ella misma explica en una entrevista concedida a The Guardian, todavía hoy, media vida después, siente el peso de su pasado. Lo revivió con especial agudeza este verano, cuando se desplazó hasta el pequeño pueblo de Pensilvania en el que creció para ver una producción de su musical.

Se representaría en el mismo teatro en el que su padres habían actuado cuando ella era pequeña. El mismo teatro en el que se habían conocido. Once años después de la publicación del cómic, volvía a sentir miedo y ansiedad, a dudar de si había hecho lo correcto, a pensar que la gente se iba a cabrear.

Ya en 2006, cuando apareció Fun Home, muchos de sus antiguos vecinos vieron con malos ojos la publicación. Y en 2015, con el desembarco del musical en Broadway, su aprensión le impidió asistir al estreno: se marchó a un hotel de la zona más rural de Ohio, donde se pasó la noche refrescando la página a la espera que apareciera la reseña.

El desasosiego había vuelto ahora, con la función a punto de empezar, rodeada de la gente que la vio crecer. Es fácil imaginar a Bechdel sintiéndose cual Hamlet, recreando una historia que ponía a prueba la responsabilidad de un público que en su día fue protagonista de lo que estaba pasando ahora en el escenario.

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Por suerte, el musical fue un éxito y la catarsis enorme. El pueblo ya no era la comunidad cerrada que fue en los años 70. Ahora sus padres podían vivir en la obra y se paseaban por el escenario en el que se encontraron por primera vez: la representación cerraba simbólicamente el círculo.

Sin embargo, convertir el suicido de tu padre en una historieta tragicómica y elevarlo luego a la categoría de musical sigue siendo una tarea monstruoso y difícil. Por ello, quizá la pregunta más interesante sigue siendo si para Bechdel también había sido catártico escribir esta historia, cosechar tanto éxito, repasar una y otra vez los hechos de su pasado, confrontarse con la risa y el estremecimiento del público.

"Sí, me ayudó, aunque cuando gente joven me pregunta si fue catártico, y digo "sí", en realidad no saben lo que quiero decir. Ellos simplemente quieren volver a casa y escribir sus diario y sentirse mejor ellos mismos."

Aunque ni el musical ni el cómic son géneros que se asocien con la seriedad de los temas que trata —la muerte, el suicido, la dificultad de vivir tu identidad sexual en un ambiente hostil— no hay frivolidad en su exposición. Por eso destaca la diferencia entre la alegre recepción del público y la dificultad de la escritura.

A Bechdel no le bastó con escribir un diario. También tuvo que ir a terapia, y buscar nuevas formas de relacionarse de una forma más honesta con su familia. Escribir Fun Home fomó parte de su proceso de recuperación, y solo ahora, después de tantos años, y musical mediante, puede revisar las consecuencias de esa monstruosidad genial que terminó alumbrando.



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