PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo En Japón hay más de 2 millones de hombres que no han follado nunca Lit

Lit

En Japón hay más de 2 millones de hombres que no han follado nunca

H

Imagen: La Virginité passé 30 ans
 

Drama sexual en Japón: más de 2 millones de nipones de más de treinta años no han tenido jamás una experiencia sexual con otra persona. El manga ‘La virginidad después de los 30’ es un catálogo de sus espantosas historias

Eudald Espluga

30 Mayo 2018 13:08

En Japón, más de 2 millones de hombres de más de treinta años no han tenido jamás una experiencia sexual con otra persona. Es una cifra que se espera que suba. La mezcla entre la disminución de matrimonios concertados; la relajación de la moral sexual; la hiperindividualización de la sociedad nipona y la caída de la tasa de natalidad está en el origen de este peligroso fenómeno. Basta con pensar en el movimiento incel, los autodenonimados "célibes involuntarios", que viven su marginalidad sexual como una injusticia que puede ser combatido mediante la lucha armada.

Pero no hace falta que el no follar se convierta en terrorismo para que advirtamos la amenaza que ello entraña. El carácter profundamente machista, clasista y racista de la sociedad japonesa convierte esta insatisfacción cultural en una bomba de relojería, que se traduce en una multiplicidad de violencias contra las mujeres.

Es cierto que el mundo del cómic no ha sido ajeno a la cara oscura de la sociedad nipona. Mangakas como Shun Umezawa se han encargado de retratar este Japón en Bajo un cielo como unos pantis: donde se entrecruzan historias de acoso, violación, abusos y maltrato. Sin embargo, por desgracia, la mirada crítica es más bien una excepción: el harem, por ejemplo, es un subgénero muy conocido dentro del manga que se dedica a presentar a hombres feos y sin talento que, contra todo pronóstico, tienen un gran éxito sexual. Y más allá del subgénero, es una cliché que puede encontrarse en gran parte del manga y el anime más mainstream: hombres callados y retraídos que acaban atrayendo a chicas explosivas, sexualmente activas y experimentadas.

(Una de las viñetas de 'La virginité passé 30 ans')

¿Su éxito comercial debe explicarse debido a la existencia de este "ejército sexual de reserva" que sublima sus anhelos en la ficción? Es inevitable verlo como un factor fundamental. En cierto modo, es un mensaje que agrava la presión sobre los individuos, al recordarles que podrían-tenerlo-pero-no-lo-tienen. Por eso, La viriginidad después de los 30, el cómic que han lanzado la periodista Atsuhiko Nakamura junto a Bargarin Sakuraichi es especialmente importante: no sólo nos anima a comprender la situación —presentando una galería grotesca de personajes— sino que ayuda a romper con el mito romántico del otaku ligón.

El cómic, que acaba de ser traducido al francés, parte del trabajo periodístico de Nakamura, que lleva a la ficción un catálogo espantoso de "vírgenes tardíos" como Ichirô Suzuka, recordado como "el único actor virgen de la industria del porno", que literalmente por culpa de su deseo insatisfecho. Los productores que lo conocieron lo recordaban por su gran fealdad: Suzuka estaba calvo, tenía sobrepeso y la lengua le colgaba entre los labios por culpa de un trastorno neurobiológico. Sin embargo, animado por los relatos de éxito, seguía anhelando el libre acceso al cuerpo de las mujeres, y se presentaba invariablemente a cástings y audiciones.

Como explica Amandine Schmitt en su reseña para BibliObs, el cómic es inclemente con la imagen de estos hombres: los vemos moqueando, babeando, cubiertos de sudor, grasientos y mal arreglados. Sus autores quieren romper con el romanticismo del harem, pero en ningún caso disparan sus críticas contra los individuos: Lo presentan como un problema estructural, que atañe a la sociedad que los produce: no sólo a la lógica patriarcal, sino también a su expresión típicamente nipona, vehiculada en un modelo de éxito social altamente competitivo, que está en el origen del acoso escolar y que anima a la rivalidad entre los jóvenes.

Las mujeres no son ángeles caídos del cielo para el disfrute de los machos ni existe un derecho masculino de acceso al cuerpo de las mujeres: este es el mensaje de La virginidad después de los 30. Apunta a un problema central de la sociedad japonesa, pero que ha derivado en un fanatismo internacional, cuyos reflejos podemos ver en la mayoría de países occidentales. Ojalá podamos leerlo pronto en castellano.

share