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Artículo Dale las gracias a Joanna Walsh Lit

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Dale las gracias a Joanna Walsh

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Imagen: Twitter @badaude
 

Ella camina a la cabeza de la lucha por la visibilización de las mujeres en la literatura, y además es autora de varios libros maravillosos, entre los que se encuentra 'Vértigo'

Luna Miguel

14 Marzo 2018 19:22

Ocurrió hace cuatro años, aunque Joanna Walsh venía batallando desde mucho antes. La escritora británica saltó a la fama mundial en 2014 gracias a un proyecto personal que terminó desbordando a lo colectivo, y que no sólo sonó en las redes sociales sino también las páginas de cultura y tendencias de grandes medios. Nos referimos a #ReadWomen, una iniciativa que surgió primero en forma de hashtag con el que Walsh y otras autoras y lectoras de Twitter declararon aquel año como “el de las escritoras”.

Parecía una locura, un gesto pretencioso, una reivindicacioncita feminista, quizá inservible: pero lo consiguieron. The Guardian fue la primera gran cabecera en certificar que 2014 llevaría ese título, y lo cierto es que así fue. Alice Munro acababa de ganar el Premio Nobel y con esa alegría el debate sobre lo que había sido hasta entonces la gran ausencia de mujeres en las antologías, los premios, las editoriales y la crítica literaria tuvo cada vez más peso.

#ReadWomen fue el comienzo de algo imparable. La recuperación de grandes firmas olvidadas del canon olvidadas empezó con ese canto. La publicación incesante de tantas otras mujeres que habían quedado descatalogadas también se activó por aquel entonces, e iría llegando poco a poco a nuestras librerías: Garro, O'Brien, Ginzburg, Murdoch...

2014, además, se convirtió en el año en el que la locura de Elena Ferrante despuntaba internacionalmente, en el que Donna Tartt se convertía en bestseller literario, en el que Chimamanda Ngozi Adichie publicaba Todos deberíamos ser feministas y en el que las denuncias por acoso sexual a ciertos editores y escritores independientes del panorama estadounidense comenzaban a hacerse sonar y a visibilizar la desigualdad en el sector.

Pensándolo bien, #ReadWomen fue una especie de punto de inflexión. Una suerte de bomba parecida la que traería el #MeToo tres años más tarde, aunque más silenciosa, más sutil, más de largo aliento y cuyo rumor sigue escuchándose cada día y se hace notar en nuevos catálogos y en todas nuestras librerías y bibliotecas. Se lo debemos al trabajo de muchas y muchos sí, pero también hay que agradecérselo a Walsh.

Ella camina a la cabeza de esta lucha y lo ha demostrado con artículos y reportajes sobre literatura y mujeres publicados en medios muy distintos como el propio The Guardian, Granta o The London Review Of Books. Y además ahí está su media docenas de libros, como ese titulado Vértigo que ahora la editorial Periférica ha publicado en España con traducción de Vanesa García Cazorla.

En Vértigo, un libro de relatos brevísimos pero poderosos, Joanna Walsh ha vertido muchas de las obsesiones que impregnan su periodismo y su activismo. Su prosa es feminista y está preocupada por lo político y por lo corporal. En algunos momentos es profundamente delicada y en otros desborda inteligencia. Aunque está plagado de imágenes bellas y altamente subrayables, el más relevante de todos es el relato Madres jóvenes, donde dibuja una idea de la maternidad idílica pero también quejumbrosa, con una escritura tan concisa que en vez de un cuento recuerda a un haiku y que en vez de al corazón de una madre joven recuerda a un universo.

Han pasado cuatro años ya desde #ReadWomen pero tanto el fenómeno como la literatura de Walsh son imparables. Así que #LeeMujeres, sí. Y #LeeaJoannaWalsh, siempre.

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