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Artículo PlayLit Weekly: 5 lecturas recomendadas de la semana Lit

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PlayLit Weekly: 5 lecturas recomendadas de la semana

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Algunos temas de libros, ideas y ficciones publicados en otros medios del 9 al 16 de marzo y que quizá te perdiste

Eudald Espluga

16 Marzo 2018 14:44

PlayLit Weekly es una selección semanal de lecturas y noticias relacionadas con el pensamiento, el sistema editorial y la creación literaria publicadas por otros medios y que quizá te perdiste. A continuación nuestras 5 propuestas de la semana del 9 al 16 de marzo:

1. El debate sobre la disociación entre obra y autor tiene un reverso oscuro: cuando el artista puede aprovecharse de la visibilidad que ha obtenido gracias a la realización de actos horribles. Lo explica Nathalie Heinich, socióloga del arte, para Libération, con el objetivo de examinar el caso de Bertrand Cantat y la paradoja política a la que nos enfrenta: ¿se puede condenar el machismo de Cantat, vetándolo en los festivales, pero respetar al mismo tiempo su derecho a la reinserción? Para este caso concreto, la socióloga apunta a una distinción entre la música —seguir grabando discos— y el espectáculo en vivo, que dificulta la disociación entre autor y obra. (Vía Libération).

2. Ursula K. Le Guin también trabajó activamente para separar su vida de su obra. Cuando su editor, Andrew I. Porter, la llamó en 1973 con el objetivo de persuadirla para que escribiera sobre sí misma, Le Guin sólo podía repetir: "¿Cómo? ¿Por qué?". Ruth Scurr en un artículo para The Guardian, explica que a diferencia de autores como Norman Mailer, la autora de La mano izquierda de la oscuridad necesitaba cierta privacidad. Sin embargo, antes de su muerte, Le Guin estaba trabajando en un libro de no ficción en el que reunió ensayos, conferencias, introducciones, reseñas y reflexiones íntimas en las que habla de sus padres y su infancia, pero también de feminismo desde una perspectiva más personal: aborda temas como la maternidad, el aborto y la menopausia. (Vía The Guardian)

3. Exactamente lo contrario hizo Neil Gaiman en Mitos nórdicos: disfrazó su activismo contra las retóricas misóginas en la reescritura de la mitología vikinga para que pasara desapercibido. Así lo ha explicado durante la promoción de la edición de bolsillo del libro. En su actualización de estas historias tradicionales ha aprovechado el margen entre la literalidad del texto y el espíritu de los mitos para modificar aquellos aspectos misóginos y machistas que no eran estrictamente necesarios para la trama. De hecho, dado que las diferentes historias sobre Odín, Freya, Thor, Loki y los demás dioses nórdicos son muchas veces contradictorias entre sí, parte de su trabajo consistió en ordenar el material para darle linealidad y sentido al libro. Por esta razón, creyó que estaba más que justificado adaptar estos aspectos horribles de los mitos. (Vía Bustle)

4. También Kareem Abdul-Jabbar tiene sentimientos encontrados con un producto cultural que le encanta pero al que le reprocha muchas cosas: The Bachelor, el mítico reality show sobre la búsqueda del amor verdadero. La ex-estrella de la NBA, convertido en destacado columnista de The Hollywood Reporter, criticó el programa con tal acierto que hasta los productores le dieron la razón y le invitaron a participar con un cameo en la siguiente temporada, después de demostrarle que habían corregido algunos de sus errores (como la falta de diversidad étnica entre los participantes). Ahora, Abdul-Jabbar aprovecha la publicación del libro Bachelor Nation, de Amy Kaufman, un tell-all sobre el programa, para reseñar el ensayo y ahondar en sus críticas. (Vía Hollywood Reporter).

5. Seguimos hablando de televisión: ya pueden verse algunas fotografías de La amiga estupenda, la adaptación de la primera novela de la tetralogía de Elena Ferrante que está preparando HBO. Son dos fotogramas de las protagonistas de la serie, Elena y Lila, retratadas en su infancia y en su adolescencia. En la nota de prensa que ha enviado cadena, se destacan algunos detalles sobre importantes sobre la producción de esta serie ambientada en el Nápoles de los años cincuenta: 150 actores, 5.000 extras, 215.000 metros cuadrados de sets, 14 edificios de apartamentos construidos para recrear el barrio, además de una iglesia y un túnel; y hasta 1.500 trajes. El espectacular resultado puede verse en otra foto que publica el diario napolitano Repubblica. (Vía Vulture)

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