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Artículo Mucho más que cosificación de la mujer: Hugh Hefner y su oscura utopía sexual Lit

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Mucho más que cosificación de la mujer: Hugh Hefner y su oscura utopía sexual

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Tres libros para entender cómo la imaginería de 'Playboy' ha transformado nuestro mundo

Eudald Espluga

29 Septiembre 2017 06:00

Esta semana conocimos la muerte de Hugh Hefner, fundador de Playboy, a la edad de 91 años.

Tras difundirse la noticia, en las redes se repitió un obituario "espontáneo" que resumía bastante bien lo que este personaje simboliza en el imaginario colectivo: "Hugh Hefner ha pasado a peor vida".

El paraíso en la tierra, la promesa de felicidad absoluta, un sueño hecho realidad.

Cuando se habla de Hefner como un héroe se asume que estamos ante un hombre que fue capaz de materializar todas sus fantasías eróticas, un verdadero emprendedor que hizo de su cotidianidad un parque de atracciones hipersexualizado. Su lema "la vida es demasiado corta para pasársela viviendo el sueño de otro" resumía perfectamente su posición: era el Steve Jobs de la carne de mujer.


Hefner asumió las funciones de líder de una revolución masculina: sacudió una sociedad de moral puritana y demostró a los americanos que la abnegada vida familiar no era la única vida posible. Su llamamiento para reconquistar el espacio doméstico a las mujeres fue escuchado, y el impacto de la revista se extendió mucho más allá de la cosificación del cuerpo femenino: la conejita Playboy que imaginó —la vecina de al lado, la mujer que estará disponible, siempre accesible— terminó cambiando nuestra vida.

Afirmarlo no es una exageración. En una entrevista para The New York Times, en 1992, Hefner decía que aquello que hacía enorgullecerse más era que había cambiado la actitud de la gente frente al sexo: "he normalizado la noción de sexo premarital, y eso me produce una gran satisfacción."

El magnate encarnó una utopía sexual que sobrepasa la playmate, el batín y la cama redonda. Ahora lo asociamos con una industria multimillonaria nacida de esa revista con las firmas de Jack Kerouac y Ray Bradbury, pero la verdadera aportación de Playboy fue el cuestionamiento de nuestro régimen de vida familiar, de la redefinición de nuestros usos de los placeres e incluso de la relación entre cultura productiva y cultura reproductiva.

Por su repercusión mediática, uno pensaría que el libro más importante que se ha escrito sobre Hefner fue el que escribió Holly Madison, la ex playmate que relató los escándalos y abusos que se vivían en la Mansión de Hefner. El testimonio desvelaba la cara decadente del imperio: los juegos de dominación y explotación que se extendían tras las páginas satinadas y los desnudos a doble página. Además, servia para denunciar con hechos consumados la lógica machista que animaba el imaginario Playboy.

"Todo el mundo cree que la famosa valla metálica tiene el objetivo de mantener a la gente fuera. Pero yo empecé a sentir que estaba construida para retenerme dentro”.

LEER MÁS: 'La venganza de la chica Playboy que hará temblar al emperador Hefner'

Sin embargo, para entender las transformación social y cultural que operó la revista desde su fundación, debemos atender a otros dos libros que, además, ayudan a comprender en qué contexto, y bajo qué marcos teóricos, pudo emerger y triunfar una utopía sexual que convertía a las mujeres en juguetes sexuales desechables.

Por un lado, está el testimonio de Gay Talese en su monumental La mujer del prójimo. En esta crónica extensísima, escrita en primera persona, presenta un fresco de la evolución de las costumbres sexuales en Estados Unido a lo largo del s. XX, con especial atención a la revolución sexual de los años 60.

Es en este contexto que Hefner aparece como una pieza clave, tan importante como lo pudiesen ser en su momento El amante de Lady Chatterly, las políticas de Comstock o los estudios de Masters y Johnson. Fundada en 1953, y con Marilyn Monroe en portada, Playboy será uno de los agentes sociales que contribuirá a desacralizar el sexo y a alejarlo de la institución matrimonial.

Por el otro, está el libro de Beatriz Preciado, Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en 'Playboy' durante la guerra fría, en el que se utiliza la transformación del medio urbanístico para explicar los cambios ideológicos que provocó la revista. Preciado se centra especialmente en la aparición del "piso de soltero", un pequeño ático o apartamento en el centro de la ciudad, en el que el hombre —soltero o casado— podía reapropiarse del espacio doméstico como un espacio de libertad.

En contraposición a la casa unifamiliar, ubicada en los barrios residenciales y entendida como centro de consumo y reproducción, el piso de soltero era espacio para la producción y el placer. Aunque a otra escala, representaba lo mismo que la Mansión de Hefner, un entorno hipersexualizado al servicio del hombre: sofá abatible, cama redonda, mamparas correderas, cortinas translúcidas, minibares giratorios, etc.


American Icon and Playboy Founder, Hugh M. Hefner passed away today. He was 91. #RIPHef

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Se estaba revertiendo la proclama de Virginia Woolf, dado que en el fondo también se estaba reclamando "una habitación propia":

"Las fantasías de áticos urbanos y las mansiones Playboy representarán una alternativa radical a la vivienda unifamiliar de la década de 1950. Frente a la casa heterosexual como espacio reproductivo, Playboy va a dibujar una ficción erótica capaz de funcionar al mismo tiempo como domicilio y como centro de producción. Estos espacios Playboy no serán simples enclaves domésticos, sino espacios transaccionales en los que se operan mutaciones que llevarán desde el espacio doméstico tradicional que dominaba a principios del siglo xx hasta una nueva posdomesticidad característica de la era farmacopornográfica: un nuevo régimen de vida a la vez público y doméstico, hogareño y espectacular, íntimo y sobreexpuesto."

Esta utopía sexual no solo era arquitectónica: la transformación del espacio era correlativa a la aparición de nuevas subjetividades. Lo que Gay Talese describía desde una perspectiva histórica y en formato crónica, Preciado lo analiza desde una perspectiva teórica:

"Playboy y sus enclaves de invención de placer y subjetividad son cruciales en la transformación del régimen disciplinario en farmacopornográfico. El capitalismo farmacopornográfico podría definirse como un nuevo régimen de control del cuerpo y de producción de la subjetividad que emerge tras la Segunda Guerra Mundial, con la aparición de nuevos materiales sintéticos para el consumo y la reconstrucción corporal (como los plásticos y la silicona), la comercialización farmacológica de sustancias endocrinas para separar heterosexualidad y reproducción (como la píldora anticonceptiva, inventada en 1947) y la transformación de la pornografía en cultura de masas."


Caption this. #SundayFunnies. Art by Erich Sokol.

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Aunque pueda parecernos que Hefner sea solamente el ídolo de una masculinidad cafre y rancia, que celebra abiertamente a las mujeres como trofeos o juguetes sexuales, con los desnudos a doble página colgando de la pared, su figura es enormemente importante para explicar nuestras ideas sobre la sexualidad.

Hefner no solo lideró una empresa que promocionaba la cosificación e hipersexualización del cuerpo de la mujer: también ayudó a crear las condiciones sociales y sociales que hicieron posible la emergencia de esa imaginería. Hefner inventó la soltería masculina, redefinió la distribución de las ciudades y de nuestras casas, formó parte de una transformación sexual y económica que se produjo simultáneamente en los años 60.

Su utopía sexual no fue una opción de vida: fue un proyecto para cambiar el mundo.


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