El galeón español San José naufragó hace más de 300 años frente a la costa de Colombia y ha despertado numerosas leyendas entre los cazatesoros
Se le conoce como “el Santo Grial de los naufragios” y no es para menos. Dentro del galeón San José, hundido en 1708 en el Caribe, reposan 17 mil millones de dólares. 17.000.000.000 de dólares en forma de un magnífico tesoro de oro, plata y esmeraldas cubierto por sedimentos marinos.
La historia del legendario naufragio es en realidad un relato típico de la época. El barco fue construido en España en 1698 y pocos años después zarpó hacia el Nuevo Mundo. En Cartagena de Indias (Colombia) fue cargado hasta reventar de todo tipo de joyas, monedas de oro y plata peruana. Pero cuando emprendió su viaje de vuelta junto con San Joaquín, un barco gemelo, fue atacado por la Marina Real Británica. Corrían los años de la Guerra de Sucesión y tras una intensa batalla en el mar, el galeón español acabó hundido en el Caribe y su tesoro para siempre ocultado. Hasta ahora.
El hundimiento del San José por Samuel Scott
En 2015 el barco fue descubierto frente a la costa de Cartagena por un submarino que había participado en la búsqueda del vuelo 447 de Air France. No se reveló su emplazamiento exacto por motivos obvios: durante siglos, el tesoro oculto en las bodegas de San José ha alimentado mitos y motivado a cazatesoros que rastrean los mares en busca de vestigios coloniales.
Tras el descubrimiento, la Institución Oceanográfica Woods Hole tomó fotografías del barco para confirmar su autenticidad. Los delfines decorativos de los cañones confirmaron la teoría: era el San José.
Cañones por el WHOI
La institución considera que el descubrimiento “tiene una importancia cultural e histórica considerable” para Colombia. El Gobierno colombiano ya está planeando construir un museo y un laboratorio de conservación para preservar los hallazgos y mostrárselos al público. El problema es que el plan de Colombia es darle el derecho del rescate del barco a una empresa británica privada que a cambio recibiría más de 71 millones de dólares pagado con parte del botín.
Los expertos de arqueología submarina de la UNESCO, han mostrado su malestar con esa decisión. “Financiar la excavación mediante la venta de patrimonio, destruye las huellas más preciosas del pasado que las aguas de Colombia tienen para ofrecer”, ha asegurado Auron Tare, Director Ejecutivo del Centro Albano de Investigación Marina, al País.