PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Represalias contra huelguistas: bajas y despidos al calor del 8M Now

Now

Represalias contra huelguistas: bajas y despidos al calor del 8M

H

 

Hablamos con mujeres que, este año y el pasado, perdieron su trabajo por simpatizar y secundar las movilizaciones feministas del Día de la Mujer

V.P.

09 Marzo 2018 14:32

La jornada de ayer fue victoriosa, épica y –se está repitiendo mucho, pero nunca lo suficiente– histórica. Como en toda efeméride llamada a pasar a la Historia, también hubo bajas y daños colaterales: mujeres detenidas; mujeres apaleadas; mujeres reprimidas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

También mujeres despedidas de sus puestos de trabajo; si no por hacer huelga, si al calor de la misma.

“Yo cumplí con mi trabajo”, me cuenta por teléfono Marta Hernando, “por lo que creo que, quizás, detrás de mi despido está el hecho de que la empresa supiera que iba a secundar la huelga”. Hernando, cuyo contrato de pruebas fue cesado el 2 de marzo, asegura que su salida de la empresa Telemark estuvo motivada por sus aspiraciones para la jornada de ayer jueves.

“Yo y otras compañeras habíamos manifestado nuestra intención de secundar la huelga”, explica esta graduada en periodismo, que desempeñaba en Telemark tareas de comunicación digital. “Hacía las veces de community manager, pese a que mi contrato era de teleoperadora”, confiesa. “Mucha gente allí estábamos sobrecualificados para nuestro puesto”.

Aunque su contrato finalizaba el pasado 5 de marzo, Hernando dice haber recibido una carta de ampliación de horas con fecha 23 de febrero. “Para mí, con eso quedaba implícito que contaban conmigo para el siguiente mes”, señala, así como la ausencia de avisos o amonestaciones hacia su persona, previas al despido, por parte de la patronal.

Las causas que Telemark alegó para despedir a Hernando era que la CM no había alcanzado objetivos. En este caso, según la versión defendida por Marta, se pedía a las community tener contactos telefónicos mensuales con las decenas de clientes a los que llevaban la comunicación. “Lo normal es que, o bien no te atendieran, o bien no quisieran atenderte”, cuenta la periodista.

El responsable de relaciones laborales de Telemark, en declaraciones a InfoLibre, dice que la versión de la empleada no tiene “ningún fundamento”. Añade, a su vez, que “han habido huelgas sectoriales y hubo gente que las hizo y no pasó absolutamente nada”, por lo que los despidos “que se han hecho en los últimos tiempos han sido por causas disciplinarias”.

El relato de Hernando, sin embargo, es corroborado por Marta Valverde, extrabajadora también de Telemark, y cesada de empleo en circunstancias similares. “Había clientes que no se prestaban a esas llamadas de seguimiento, y era un sentir común entre el resto de compañeros de campaña”, aporta Valverde. “Si la razón para despedirnos alegada por la empresa fuese realmente el no haber cumplido objetivos, deberían haber despedido a toda la plantilla”.

Los relatos tanto de Hernando como de Valverde han sido desacreditados por Telemark, alegando que su denuncia es “infundada y malintencionada”, por lo que la empresa tomará “las medidas que correspondan contra la CNT”, por alentarlas y darles difusión.

Valverde, que desempeñaba un rol idéntico al de su compañera, se diferenciaba únicamente en su antigüedad dentro de la empresa, así como en el tipo de contrato. “Empecé a trabajar allí en agosto, y actualmente tenía un contrato de obra y servicio”, me indica. También, cifra los incentivos con los que las premiaba la empresa cuando sí alcanzaban objetivos. “Nos invitaban a un desayuno”, aduce.

Al tener más veteranía en la empresa, Valverde recuerda despidos de otros compañeros en los que el cliente principal que subcontrataba a Telemark –Páginas Amarillas, en este caso– tenía conocimiento del despido, o bien la persona despedida había sido amonestada previamente. “No era nuestro caso”, sostiene la CM, que también asegura haber firmado una ampliación de contrato.

“Todo pinta que mi despido ha estado motivado por mi intención de hacer huelga”, considera Valverde, de forma pareja a su compañera. “En nuestra oficina empezó a circular una nota de CCOO en la que se nos informaba de los paros de dos horas, pero yo tenía constancia de que CNT y CGT apoyaban el paro de 24 horas, y me puse en contacto con ellos para confirmarlo”.

De toda la plantilla de Telemark, ¿cuántas empleadas pretendían secundar la huelga? “Yo cuento cuatro en total”, contesta Valverde.

Según la versión de la exempleada, al recibir finalmente la convocatoria de la huelga de manos de CNT, se la mandó, “en calidad de compañera”, a su coordinadora. “Ella reenvió entonces mi correo, dónde aparecían mis datos de contacto, y es cuando la patronal se entera de que he contactado con CNT”, recuerda Valverde. “Eso ocurrió un viernes, y a mi se me despide al siguiente miércoles”.

Un caso parecido al que nos relata Marta Valverde lo encontramos en Yasmina Barbero, que sostiene haber sido despedida, de otra empresa distinta, por hacer parones durante el 8 de marzo del pasado año. “La mañana del 8, me puse en contacto con el comité de empresa para saber qué parones teníamos derecho a hacer, y un delegado de CGT me dijo que solo apoyaban los parones de la mañana”, cuenta Barbero.

“Entonces, yo, que hacía turno de tarde, llamé a la Intersindical para que me facilitaran su convocatoria de paradas para ese día”, continúa Yasmina, de un documento que expresaba con claridad que los trabajadores estaban llamados a detener su actividad laboral de 12h a 14h, de 18h a 20h y de 21h a 23h. “Yo hice esos dos últimos parones”, relata la trabajadora, que también desempeñaba tareas de comunicación y atención al cliente por vía telemática.

“El delegado de CGT y yo, una vez obtuvimos el informe de Intersindical, comunicamos a los compañeros del turno de tarde de su derecho a secundar la huelga; fue entonces cuando la supervisora bajó a intimidar a la gente para que no hicieran los paros”, asegura esta graduada en psicología. Finalmente, tanto ella como otros dos compañeros del turno de tarde, procedieron, siempre según su versión, a hacer los paros a los que tenían derecho.

“A los tres días, me llegó una carta: me querían hacer un despido procedente, alegando que las puntuaciones con las que me valoraban los clientes estaban por debajo de la media”, dice, de unos motivos que ella tilda de falsos. “Fui con mi abogada a reunirme con CGT, para hacer que el despido fuera nulo, y tenía que verme en los tribunales con la empresa el pasado febrero”.

Finalmente, señala Barbero, pudo llegar a un acuerdo económico con la empresa, de la que prefiere obviar el nombre, y detuvo el proceso judicial. “Ahora, eso sí, me toca ir a testificar en el juicio de otra compañera que, como colofón, se celebra este mismo 8 de marzo”, termina. “Tendría que haber muchas más mujeres que no se acojonaran ante una empresa. Nos irían mucho mejor las cosas”.

Por lo que respecta a las empleadas de Telemark, ahora se encuentran estudiando si tomarán, por su parte, acciones legales contra la empresa que, dicen, las despidió por su intención de manifestarse ayer jueves. “Tenemos 20 días desde nuestro despido para demandar, si al final decidimos hacerlo”, señala Marta Valvede. “De momento, nos estamos reuniendo con los compañeros de CNT y viendo de qué opciones disponemos”.

share