PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo #AlquilerRacista: la campaña que denuncia el racismo a la hora de encontrar vivienda Now

Now

#AlquilerRacista: la campaña que denuncia el racismo a la hora de encontrar vivienda

H

Getty
 

“Abstenerse extranjeros” o “solo para españoles” son unos requisitos cada vez más frecuentes en las webs de alquiler

PlayGround

17 Octubre 2018 17:04

Por si no fuera suficiente con pedir un mínimo de ingresos mensuales, contrato indefinido, tu vida laboral y un montón de dinero, en España hay una condición más para que puedas alquilar un piso: que no seas gitano, ni afrodescendiente y que hables español sin acento extranjero.

Esto es #AlquilerRacista y así lo están denunciando en redes sociales Provivienda, SOS Racismo Madrid y Red Acoge, que además ha lanzado la app Alerta Discriminación para que todos podamos denunciar casos de discriminación racial o étnica.

“Cualquier excusa es buena para negar el acceso a la vivienda, un derecho fundamental, por motivos racistas”, decía Moha Gerehou, activista y periodista en El Diario.

Por supuesto, discriminar por origen o raza es un delito en contra del artículo 14 de la Constitución, aunque parece que poco importa a los propietarios que exponen abiertamente sus requisitos en los anuncios de alquiler.

“Abstenerse extranjeros” o “solo para españoles” son unos requisitos cada vez más frecuentes en las webs de alquiler, algo que no sorprende si lo ponemos en contexto: según la encuesta “Actitudes ante la Inmigración”, del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 16,2% de los españoles encuestados rechazaría alquilar a inmigrantes y el 19,5% lo evitaría. La cifra alcanza el 35% cuando se trata de alquilar a la comunidad gitana.

Desde EsRacimo contaban el caso de Sondous, una chica amazigh, nacida en Marruecos y residente en España desde los 5 años:

"En los 40 minutos que Soundous y su padre tardaron en llegar en su vehículo, la casera ya había encontrado a quién alquilarlo, a pesar de que tenían una cita concertada y que la otra supuesta persona no había ni visto el piso, ni entregado cantidad alguna a modo de señal”.

El muro de racismo es tal que muchas personas se ven obligadas a blanquearse para acceder a una vivienda. Les piden ayuda a sus amigos para que hagan las llamadas por ellos y poder superar el primer filtro de los arrendatarios, que en ocasiones juzgan el acento de los interesados y preguntan por su nacionalidad.

"Yo les enseño que tengo formación y experiencia, pero te miran como si les fueras a destrozar el piso o no les fueras a pagar”, comentaba para El Diario Said, que se ha visto discriminado en múltiples ocasiones.

El caso recuerda al de Fergus Wilson, un millonario británico con múltiples propiedades que afirmó una y otra vez que no iba a alquilar ninguna de sus viviendas a personas de origen indio o pakistaní por su costumbre de comer con muchas especias. “No quiero a gente de color porque dejan olor a curry al final del alquiler”, les escribió por correo a los agentes inmobiliarios de Evolution Properties, que se encargan de gestionar su negocio. Pero como dijo Jonathan Reinarz en Past Scents, “En el mundo irracional de la política racista, los extranjeros siempre apestarán y serán potencialmente contaminantes”.

share