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Fue al médico por mareos y descubrieron que tenía una cavidad llena de aire en lugar de cerebro

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Pexels/Arte PG
 

Los médicos no podían creerse lo que veían en el escáner cerebral

PlayGround

19 Marzo 2018 18:05

Un anciano de 84 años acudió a la sala de emergencias de un hospital de Irlanda del Norte. Tenía problemas no altamente raros. Hacía meses que se sentía inestable, se había caído y desde tres días atrás sentía débiles su brazo y pierna izquierda. Le hicieron un análisis sanguíneo y nada.

Pero cuando le realizaron escáneres cerebrales, los médicos advirtieron que había una gran cavidad llena de aire donde debería haber cerebro. En la mayor parte del lóbulo frontal derecho del hombre no había más que un gran hueco en blanco. El equipo médico se dio cuenta también de que aparecía un tumor benigno dentro de sus senos nasales, cavidades que comunican con las fosas nasales. El caso se ha publicado en la revista médica BMJ Case Reports.

Escaner cerebral al anciano de 84 años. Fuente: BMJ Case Reports

Los profesionales sanitarios le preguntaron al hombre si les tenía que comentar alguna cirugía cerebral que le hubieran practicado o algún defecto de nacimiento. Pero el señor dijo que no. El anciano sufría neumoencéfalo, presencia de aire en el cerebro, una afección posible tras una intervención cerebral o lesiones en la cabeza.

En el caso del anciano es extraño. No solo porque mida 9 centímetros. Resulta que el crecimiento del tumor había ejercido presión sobre la base del cráneo causando una pequeña erosión. El aire pasa a través de los senos nasales y había accedido a la erosión en el cráneo formando una especie de válvula de una vía. Es decir, el aire entraba pero no volvía a salir.

"A medida que la presión aumenta, la pared del cráneo no se moverá, por lo que el cerebro tiene que moverse", dijo el doctor Finlay Brown, uno de los autores del estudio a The Guardian.

Brown le explicó al señor que la solución pasaba por una operación para descomprimir el aire, reparar la erosión y eliminar el crecimiento óseo. Sin embargo, el anciano declinó la intervención debido a su edad: acarrea demasiados los riesgos. No obstante, su decisión también posee inconvenientes. Podría infectarse con posibles virus o bacterias del aire que respire.

Al ser un caso único se ha querido registrar. También para visibilizar la necesidad de investigar. Era un octogenario y sus síntomas se podrían haber achacado a cosas de la edad.

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