Cómo apostar por el medio ambiente y no morir en el intento

Las bicicletas se han convertido en una prioridad reciente para muchas ciudades, incluyendo las capitales latinoamericanas. En Buenos Aires, por ejemplo, se empezó a construir en 2009 una red de ciclovías para fomentar el uso de bicicletas. Para abril de 2019 las bicisendas ya recorrían unos 230 kilómetros, según informó el Gobierno local. La intención era incentivar desde el Estado el uso de un transporte alternativo a los autos -para que haya menos congestión en las calles- y también que se use un medio para movilizarse que sea más sustentable para el medio ambiente. Pero a pesar de los esfuerzos, los viajes en bici representan solo el 4% de la totalidad de los viajes de la Ciudad.

A pesar de que los viajes en bici aún son minoritarios, existen emprendimientos como EMOV que apuestan por esa opción; EMOV es una pyme fundada en 2010 por Gabriel Muñoz, un joven argentino, cuya finalidad es diseñar y crear una bicicleta ecológica que sirva como alternativa a las motos y las bicis con motores a gasolina. La gracia de lo que produce EMOV es que crean bicis igual de rápidas, pero con motores eléctricos o baterías, así fabrican un medio de transporte sustentable y ecológico.

Pero, ¿cómo sobrevive un emprendimiento en un contexto económico como el que atraviesa hoy Argentina? Para los que no saben, la situación económica actual se volvió muy inestable: el valor del dólar cambia semana a semana, la inflación sube, el poder adquisitivo baja y la actividad de las empresas cayó. En el último año se han reducido en 179 mil los empleos privados registrados, según datos oficiales.

Gabriel Muñoz, el fundador y CEO de EMOV, nos contó que para poder sortear las ideas y vueltas de la economía Argentina “la característica principal para el desarrollo de una start-up en el país es el foco en la innovación, para poder generar el valor suficiente para diferenciarse de la competencia y poder seguir vendiendo, aún, en la peor crisis”. EMOV logró posicionarse con su opción ecológica y parte de su éxito tiene que ver con que la empresa que desarrolló la primera bicicleta eléctrica diseñada y fabricada en América latina.

Para Gabriel, la sustentabilidad y la frugalidad siempre fueron cosas importantes. Según nos contó desde muy chico es amante de la naturaleza y su cuidado. Cuando le preguntamos por qué quiso hacer una bici ecológica nos dijo: “Respecto al transporte y a los vehículos, en mi familia siempre se le dio importancia, usé bicicleta y moto desde la adolescencia y valoré la independencia que dan los vehículos personales. Y bueno, junté esos dos mundos, el de la naturaleza y el de transporte y acá está el resultado”.

La forma en la que esta start-up busca mantenerse en pie para brindar una opción ecológica de transporte es apostar al mercado externo. Según precisó su CEO, ya hay una sucursal en EEUU y, pronto, representaciones en varios países del cono sur y también otros de Europa. Así, según explica, “el plan es ser líderes en el continente para seguir brindando soluciones de movilidad sustentable, por los países del mundo en los que hemos recibido ofertas de apertura”.

Para fomentar el uso de más transportes ecológicos, desde EMOV están diseñando en una línea de monopatines eléctricos, un dispositivo que ya se está usando en Buenos Aires: desde el mes de mayo la empresa Grin ofrece en la Ciudad la posibilidad de alquilar, a través de una app, los monopatines que están desparramados por las calles: antes, ya funcionaba en otras ciudades de Latinoamérica como Ciudad de México, São Paulo, Rio de Janeiro, Lima y Montevideo.

Gabriel dice que “el estado actual del medio ambiente es alarmante, si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, en menos de dos décadas entraremos en un proceso irreversible de devastación natural”. Desde su lugar se ocupa de concientizar sobre este peligro para las especies que habitan la Tierra: “Una bicicleta eléctrica reduce casi en 8 veces las emisiones de CO2 de un auto (los autos personales representan el 46% del consumo de petróleo refinado del mundo)”. Un dato importante sobre estas bicis industria argentina: son 48 veces más económicas que un auto para el transporte diario y 4 veces más baratas que el uso de transporte público en Argentina.