El Gobierno de Islandia está decidido a acabar con la circuncisión. Así lo indica el proyecto de ley que se debate actualmente en el Parlamento y que establece penas de hasta 6 años de cárcel para todo aquel que realice una circuncisión que no sea por razones médicas.
La propuesta ha sido elevada por el partido progresista de centroderecha islandés que lo ha hecho tras darse cuenta de que, mientras sí que hay una ley específica que prohíbe la ablaciónde clítoris, no la había para esta otra práctica. Según el proyecto de ley, la circuncisión de niños pequeños viola sus derechos, a menudo se realiza sin anestesia, en hogares sin esterilizar y sin el personal médico adecuado. La propuesta mantiene que si bien los padres tienen derecho a dar orientación religiosa a sus hijos, los niños que deseen ser circuncidados pueden hacerlo cuando alcanzan una edad en la que "comprenden lo que está involucrado en tal acción".
El proyecto de ley ha provocado la indignación de los colectivos musulmanes y judíos que creen que es una manera de coartar la libertad religiosa. Actualmente, la circuncisión no está prohibida en ningún país europeo y se suele practicar por motivos religiosos y culturales cuando el niño tiene apenas unas semanas de vida.
Organizaciones como Milah Reino Unido han mostrado su disconformidad con el proyecto de ley. "La circuncisión neonatal masculina judía, conocida como brit milah, es un elemento innegociable de identidad judía, común a los judíos de todos los orígenes y respetada en los países democráticos liberales. Que un país como Islandia piense en prohibirlo, lo que haría que la vida judía sostenible en el país sea imposible, es extremadamente preocupante ".
Para estos colectivos, los paralelismos con la mutilación genital femenina no son justificables. En el caso de la MGF, la extirpación parcial o completa de los genitales femeninos podría dificultar las relaciones sexuales o causar problemas graves, no así en la circuncisión, considerada un procedimiento menor. Además, advierten que la prohibición de la circuncisión solo provocará viajes a países en los que sí está permitido o la clandestinidad de la práctica.
Por el momento, el proyecto de ley cuenta con apoyo público y el respaldo de todos los partidos, pero aún tiene que pasar la primera lectura en el Parlamento.