El corte de suministros es solo un aviso: Ciudad de México lleva años al borde de la sequía por culpa del cambio climático
Las reparaciones del sistema del suministro de agua que alimenta a Ciudad de México tiene en vilo a 3,8 millones de personas desde el pasado miércoles... y tendrán que esperar más aún para recuperar el servicio.
Según la Comisión Nacional del Agua el corte se prolongará unas "36 o 40 horas" más a causa de un desplazamiento de la pieza en forma de "K" instalada en el mantenimiento del sistema Cutzamala, que abastece el 40% del agua del Valle de México que se consume en la capital.
Este revés significa que no se restablecerá totalmente el suministro hasta el próximo domingo, llegando a un histórico paro de más de 150 horas.
Hasta ahora, la suspensión más larga por obras de mantenimiento se había producido en 2013, llegando a las 96 horas.
Ante la escasez de agua, la gente de Ciudad de México ha optado por almacenarla en bidones y cubos. Se dice que hay quién hasta ha utilizado jacuzzis para ello.
Se estiman pérdidas de 207 millones de pesos -unos 9 millones de euros- en los negocios que han tenido que cerrar por estar sin agua. Para paliar el caos, las autoridades locales han llevado a cabo un operativo con 1.200 camiones cisterna y 90 bidones de agua, aunque no es suficiente.
Este corte solo es un aviso: Ciudad de México lleva años al borde de la sequía por culpa del cambio climático. Aunque este corte sea por una reparación, sirve también de simulacro por lo que pueda pasar el día 0, el día que CDMX se quede sin agua como ya estuvo a punto de pasar en Ciudad del Cabo por culpa de la sequía.
Las altas temperaturas implican más evaporación y una mayor demanda de agua, lo que se traduce en un aumento de la presión para conseguir agua de las zonas con reservas, drenar todavía más los acuíferos subterráneos y acelerar el colapso de la ciudad.
Tal y como indica la ONU, la demanda global de agua potable sobrepasará el suministro en un 40% para el año 2030. En Ciudad de México este fenómeno parece que se está acercando peligrosamente. Uno de cada cinco habitantes reciben solo unas horas de agua al día y el gobierno importa hasta el 40% de su suministro, pero no cuenta con las infraestructuras necesarias para reciclar el agua desperdiciada.
En definitiva, el cambio climático está secando Ciudad de México, siendo la amenaza a largo plazo más grande para el futuro de la ciudad. El acceso a agua potable, la salud de sus habitantes, la contaminación del aire, la interrupción del tránsito a causa de las inundaciones y los derrumbes de las viviendas por las extracciones en los acuíferos están condicionados por la cuestión climática.
Toda la población espera una reacción del gobierno, a sabiendas que el movimiento de una pieza en forma de "K" es el primero de una serie de problemas mucho más graves.
