También han instalado cámaras apuntando directamente al aseo abierto al pasillo. Los padres denuncian la nula privacidad de sus hijas
El baño de chicas del colegio católico St Mary’s en Wallasey (Inglaterra) se ha quedado sin pared. La dirección del colegio ha decidido derribar el muro que separaba el interior de los aseos con el pasillo. En un vídeo, difundido por estudiantes del mismo colegio, se aprecia este cambio en la infraestructura.
Pero este cambio no ha sentado nada bien.
Padres y madres de alumnos han dejado de llevar a sus hijas en señal de protesta. Consideran que el hecho de eliminar la pared del baño hace sentir a las “alumnas inseguras” y que atenta contra su “privacidad e intimidad”.
El centro justifica la decisión como una medida efectiva para combatir el bullying y el ausentismo escolar entre clase y clase. Con esta nueva normativa, el centro escolar se quiere asegurar de que los alumnos no se escapen entre clases para fumar, por ejemplo; o para acosar a algún compañero.
La medida no estará limitada al lavabo de chicas, sino que prevé extenderse al baño de chicos la próxima semana.
"Mi hija me habló sobre esto el jueves, pero yo creí que estaba exagerando hasta que lo vi por mi misma”, apunta Tara Hodgson Jones, madre de una hija de 11 años y un hijo de 9. Los “nuevos” baños ahora están formados por una fila de puertas que dan al retrete sin que exista una separación entre estos y el pasillo y el acceso a las aulas.
Hodgson asegura al Independent que ha dejado de llevar a su hija al colegio y que hará lo mismo con el hijo. Los testimonios de madres recabadas por el diario consideran que la medida es “extrema” y que existen otras vías para evitar que los alumnos se salten las clases.
Por ejemplo, apunta un testimonio, se pueden “activar alarmas antihumos en el interior de los baños para evitar que fumen o utilizar vidrios tintados que permitan observar el tránsito de alumnos desde fuera, si están haciendo algo malo o raro”.
Otro testimonio denuncia que no "solo hay aulas justo frente a los baños, sino que se han colocado unas cámaras de videovigilancia a la salida de los mismos". “Claramente no han tenido en cuenta que hacer frente a la pubertad para las chicas no siempre es fácil, necesitan un mínimo de intimidad. Para chicas de 11 a 16 años esta medida es inaceptable”.