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Artículo 30 días de huelga indefinida: así es el conflicto entre el MACBA y sus trabajadores Culture

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30 días de huelga indefinida: así es el conflicto entre el MACBA y sus trabajadores

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Hablamos con diferentes sindicatos acerca de la huelga indefinida presente en el Macba desde hace un mes

Danielle Bombay , Antonio J. Rodríguez

17 Septiembre 2017 14:04

“¿Nos ayudas a poner la pancarta?”. Son las once de la mañana, y llego al MACBA con tanta puntualidad que sus trabajadores, en huelga desde hace ya un mes, no han tenido tiempo de desplegar el piquete informativo que, día tras día, colocan a la puerta del Museo de Arte Contemporáneo. “¿Nos ayudas? ¿Te importa?”.

Así que ahí me tenéis: sosteniendo, mientras dos huelguistas la fijan, una pancarta que reza, en catalán, “contra la prepotencia de Ciut'art nuestra mejor arma es la solidaridad”. ¿Ciu-qué? Ciut'art, me dicen, es la subcontrata que abastece de trabajadores a centros como el MACBA y el Archivo Histórico de Barcelona, ambos en huelga indefinida desde el 16 de agosto.

A estas protestas non-stop, hay que sumarles paros puntuales en otros centros cuyos servicios también dependen de Ciut'art.

“Hacemos dos huelgas en paralelo, porque la precariedad no solo la sufrimos los trabajadores del MACBA y el Archivo”, me explican en el piquete, “sino también aquellos repartidos por los otros centros culturales gestionados por Ciut'art”



Vayamos a lo material, es decir: a la pancarta y al edificio que la sujeta. Cuando entro al MACBA, pues el museo permanece abierto pese a las protestas, no hay nadie en el mostrador de recepción; la entrada es gratis, porque no hay nadie que las expeda –en su lugar, puedes dejar la voluntad en una caja de resistencia que los trabajadores han colocado en el exterior.

Dentro, además de los visitantes habituales del MACBA un martes –pocos, guiris y desconcertados–, nos encontramos únicamente con el personal de seguridad del museo. También están subcontratados, sí; pero no por Ciut'art. “Nosotros somos de Securitas”, me dice uno de los empleados. “Sumarnos a la huelga de otra subcontrata no tendría sentido más que como acto de rebeldía”.

No es que crea que las condiciones precarias se dan en otros museos, es que lo sé

Fuera, pocos minutos antes y paradójicamente, los huelguistas me contaban que entre sus reivindicaciones está “criticar la subcontratación no solo a nivel particular, sino en general, porque también la sufren los compañeros del equipo de seguridad, los de limpieza y los de mantenimiento”. Entre las octavillas que descansan en su mesa, con el sol refractándose, encontramos una encabezada por un “¿Tienes un trabajo precario?”.

El suyo, aunque lo es, también tiene responde a sus necesidades vocacionales. “A mí me gusta mi trabajo”, me dice una de las trabajadoras en lucha. “Por eso estoy aquí”. 

Aunque la actual es más mediática, ésta no es la primera huelga que realizan los trabajadores de Ciut'art. “El año pasado”, me explican, “organizamos otra protesta para que hicieran fija a toda la plantilla y regularizasen nuestras vacaciones, porque había compañeras que llevaban dos años sin disfrutarlas”. Y lo consiguieron: ahora todos tienen contrato indefinido y un calendario de vacaciones no-medieval.

Ahora que circuitos culturales como el de la música están empezando a organizarse y sindicarse, las huelgas del MACBA y el Archivo Histórico vienen, entre muchas otras cosas, a poner sobre la mesa la precariedad de un sector como el museístico. “No es que crea que las condiciones precarias se dan en otros museos”, me contestan a las puertas del MACBA, “es que lo sé. Conocemos las condiciones de otros centros de primera mano, a través de lo que nos cuentan compañeros que trabajan en ellos; ten en cuenta que, al final, todos los que acabamos trabajando en el sector hemos coincidido antes en la facultad”.

“En nuestro caso particular, se quieren reducir jornadas tanto en el Archivo Histórico como en el MACBA; en este último, por si fuera poco, planean reducir personal”, me explican, “algo que no descartamos se dé también en otros centros”.

“Nosotros trabajamos una media de 25 horas semanales, a 5 euros la hora”, añaden. “Por si eso no fuese lo suficientemente precario, imagínate si además tratan de reducirte horas”. 



La versión con la que el MACBA, comunicado mediante, ha intentado desmentir y matizar las notas informativas que han ido lanzando los trabajadores en las últimas semanas, contiene afirmaciones que, según dicen los huelguistas, “son mentira”.

“En ese comunicado dice, por ejemplo, que nos subrogan a todos, pero atendiendo a las plazas que hay, algo no acaba de encajar”, exponen los trabajadores. “Nosotros ahora somos seis educadores, es decir, seis guías, y según los nuevos pliegos, necesitarían entre cinco y cuatro. ¿Qué nos quieren decir con eso, entonces? ¿Que la subcontrata no nos va a echar? ¿Que nos fiemos de su buena fe? ”.

Nosotros trabajamos una media de 25 horas semanales, a 5 euros la hora

La beligerancia de los trabajadores no estaría articulada de la forma en la que lo está – huelga total e ininterrumpida– si éstos estuvieran adscritos a sindicatos mainstream. “Formamos parte del SUT, una organización sin liberados”, me dirán. “Aquí las horas sindicales, si las cogemos, es para hacer trabajo sindical, no para poner lavadoras”.

¿Han recibido apoyo alguno de sindicatos tradicionales, como CCOO o UGT? “No. De hecho, de los nueve miembros del comité, el único que no es del SUT pertenece a UGT, y es uno de los jefes de la empresa”. ?Desde UGT señalan que el representante de su sindicato en el comité de empresa de Ciut’art es un trabajador más, solo que con responsabilidades añadidas.?



Otra perspectiva sindical

Una visión diferente de los acontecimientos la ofrece el sindicato de comunicación y cultura de la UGT.

Cuenta el sindicato que hace un par de años la agrupación inició una serie de reuniones con el ayuntamiento de Barcelona para exponer el conflicto. Su estrategia era esta: “Si resolvíamos el sector, lo resolvíamos todo; si no, sería una chapuza”.

UGT explica: “La responsable del Institut de Cultura de Barcelona, Berta Sureda, abrió una mesa de trabajo informal, en la cual el sindicato SUT desestimó participar y de la cual la CGT se levantó el primer día; desde los sindicatos quedábamos CCOO y UGT. Entonces propusimos un código de buenas prácticas y una reclasificación de las categorías con la que empresas y sindicatos estuviéramos de acuerdo. El convenio de trabajo que consideramos oportuno fue el del lleure [educatiu y sociocultural]. El ayuntamiento lo aceptó”.

El siguiente paso consistía en incluir a los trabajadores dentro del convenio, proceso que tendría lugar a finales de este año.

“Legalmente —dice UGT— la recategorización empezaría a ser operativa en 2018, pero el ayuntamiento quiso que empezase a ser aplicado antes, y se han comprometido a que las próximas licitaciones se ajusten al convenio del lleure, para lo cual la administración tendrá que aportar más dinero. Las nuevas licitaciones implican una subida salarial de un 20 y 25% y ya se aplican a los trabajadores actuales. Además, el convenio incluye la subrogación: antes, si una empresa perdía la licitación, sus trabajadores podían irse inmediatamente a la calle; ahora la nueva empresa se compromete a mantenerlos. Ciut’art se marcha ya, pero gracias a este nuevo marco laboral los trabajadores podrán permanecer”.

El sindicato afirma que a finales de este mes la mesa informal iniciada por Sureda dará paso a un grupo de trabajo con decisiones vinculantes. Agregan que su objetivo es ampliar este sistema de trabajo, inspirado en un marco similar al que han puesto en práctica en sectores como la limpieza o la seguridad, a toda la región.

Convenio contra reforma laboral

Pregunta: ¿es posible que con el nuevo convenio las empresas suban los salarios, pero bajen el numero de horas, manteniendo así la precariedad del sector?

Contesta UGT: “En principio las condiciones tienen que mantenerse, pero la reforma laboral permite a las empresas hacer cosas de este tipo. En cualquier caso, primero tendremos que observar qué hace la nueva empresa que entre. Si se da esa situación, protestaremos. Pero es por este tipo de prácticas por lo que estamos pidiendo que supriman la reforma laboral” . 


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