La abandonaron en una gasolinera y tuvo que conducir ella sola al hospital más cercano
Joel Arrona Lara, ciudadano mexicano y obrero de la construcción, fue arrestado por la policía migratoria en San Bernardino, California, en el momento que llevaba a su esposa al hospital para dar a luz mediante una cesárea programada debido a una complicación del embarazo donde la presión arterial es alta (preeclampsia).
Los hechos ocurrieron en una gasolinera, cuando la pareja repostaba su automóvil los oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) pidieron la documentación a ambos miembros de la pareja. María del Carmen Venegas entregó su identificación, pero Joel Arrona no la llevaba encima. “Les dije que podíamos ir a mi casa que estaba bien cerquita, que ahí la habíamos dejado porque nos salimos bien rápido al hospital”, contaba Venegas para KMEX-Univision.
Acto seguido, la policía lo hizo salir del coche para un chequeo, lo esposó y se lo llevó detenido. Entonces le entregaron a Venegas una tarjeta que los identificaba como agentes migratorios, con un número de teléfono para que pudiera solicitar información sobre el caso de su marido. Las cámaras de la gasolinera muestran su desconsuelo, pero no le quedó otro remedio que conducir ella misma hasta el hospital, donde nació su quinto hijo.
Lori Haley, portavoz de Inmigración en Los Ángeles, confirmó la detención de Arrona e informó de que se encuentra bajo custodia federal y a la espera de su expulsión. La tarde del sábado, aportó más detalles: sobre Arrona pesa una orden búsqueda y captura por cargos de homicidio en México y su encontraba en una situación irregular en el país, el que llevaba viviendo 12 años. Los cinco hijos de la pareja tienen la nacionalidad estadounidense.
Sin embargo, su abogado, Emilio Amaya García, afirmó para The Washington Post que su cliente no era responsable de los crímenes de los que se le acusaban. Además, destacaba que los agentes, a los que la pareja explicó por qué se dirigían al hospital, dejaron sola a la mujer embarazada de un ciudadano estadounidense. “Pusieron el bienestar y la seguridad de la madre y el bebé en riesgo”, resolvía.
Pero el objetivo del Servicio de Migración es claro, tal y como recordó Haley: “nos centramos en aplicar la ley en individuos que suponen una amenaza para la seguridad nacional, pública y fronteriza.
