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Artículo El "No" de las cavernas y el "Sí" que llegará Now

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El "No" de las cavernas y el "Sí" que llegará

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El Senado argentino rechaza el aborto legal, seguro y gratuito desoyendo a las miles de mujeres que gritan que "en la calle ya es ley"

Ignacio Pato

09 Agosto 2018 08:09

Primero fueron las palabras de Mauricio Macri, que parecía referirse más a una Olimpiada que a una jornada política histórica del país que preside. A las palabras "No importa cuál sea el resultado, hoy ganará la democracia" contestaron mujeres recordándole que "no hay democracia sin aborto legal".

La entrada del expresidente Carlos Menem al Senado proseguía como oscuro símbolo de lo que esperaba en las próximas horas. Básicamente, un debate plagado de fintas retóricas, cinismo y alguna pincelada de emoción.

Menem, que firmó el indulto a 290 genocidas, que comenzó la liberalización que acabó con el país en corralito en una década, el hombre que acompañó a su exesposa para abortar, estaba allí para votar "No" al derecho de las argentinas a decidir sobre su embarazo. El expresidente, que instauró el Día del Niño por Nacer durante uno de sus mandatos, ha faltado al 85% de las sesiones de la cámara.

Durante 15 horas casi todos los 72 senadores hablaron. Los contrarios a la media sanción ya aprobada por el Congreso en junio, con una fuerte tendencia a hablar de abstracciones. La patria, la unidad presuntamente perdida entre verdes y celestes de los argentinos, la filosofía o la ética acababan por engolar y desviar gran parte de los discursos del 'No'.

También el moralismo se hizo presente, como en el caso de Alfredo De Angeli. Habló de su infancia, de cómo su madre amasaba el pan para él y sus hermanos y recordó la idea de regalarle una planta a la embarazada para que vea cómo va creciendo su hijo.

Pero el mayor estruendo lo causaría Rodolfo Urtubey. El senador salteño dijo que “hay que ver en algunos casos porque la violación no tiene un componente de violencia sobre la mujer. Por ejemplo, en los casos de abuso intrafamiliar donde no hay violencia pero no se puede hablar de consentimiento. No es la violación clásica". En corto, una negación sobre la violencia sexual contra las mujeres si esta es ejercida de puertas de casa para adentro.

Fue Anabel Fernández Sagasti, partidaria del "Sí", quien le salió al paso.

"Es una bestialidad de la época de las cavernas que me avergüenza de haber escuchado en el año 2018 en el recinto del Senado de la nación", espetó. "Si es una violación es violenta. Los daños más severos se producen en una violación intrafamiliar. Es más, a las víctimas se las denomina sobrevivientes".

Poco antes habíamos podido ver un curioso enfrentamiento en diferido con dos frases antagónicas que dicen mucho de lo distante de ambos bandos. Si Esteban Bullrich, por el "No", decía que "Sin maternidad no hay futuro", Norma Durango, que votó "Sí", señaló que "La maternidad será deseada o no será".

Gladys González se emocionó al defender el "Sí". Tras recordar que la ley no obligaría a ninguna mujer a interrumpir su embarazo, sino que evitaría la muerte de la que sí decide hacerlo, dijo "sueño para las mujeres argentinas lo mismo que para mis hijas. Que se enamoren, que planifiquen tener sus hijos como yo lo planifiqué. Sueño con que no tengan que tomar nunca esa decisión", mientras asomaban lágrimas de sus ojos.

La presidenta del Senado, Gabriela Michetti, trató de meter prisa poco después de la mitad de sesión alegando motivos de seguridad para salir de la cámara antes de las 22 de la noche. No fue bien recibido en la calle entre las manifestantes por el "Sí", y la sesión de hecho se alargó hasta las 2:45 de la madrugada, hora local.

Hacia el final se produjeron dos de las intervenciones que más dieron que hablar. La del cineasta Fernando "Pino" Solanas fue una encendida defensa del coraje de las chicas, especialmente, las más jóvenes, que fuera se manifestaban con pañuelo verde. Al igual que horas antes la cofundadora de Madres Nora Cortiña, puso en duda la honestidad de la iglesia argentina, que según Solanas "sabía que en la dictadura torturaban mujeres embarazadas y entregaban a sus hijos", y no organizaron nunca protesta por ello. "Será ley contra viento y marea" y "Bravo, chicas, nadie podrá parar esta oleada" fueron dos de sus frases más difundidas.

El discurso de Cristina Fernández de Kirchner fue pausado. En el búnker de prensa de la Campaña por el Aborto no se oía ni una mosca mientras la expresidenta se retrotraía al descubrimiento sexual de los sesenta. Habló de vida y de que a lo "democrático, nacional y popular" del movimiento peronista hay que añadirle el feminismo sí o sí.

Y se votó, por fin.

Y no hubo sorpresas: el "No" ganó 38 a 31. No habrá posibilidad de volver a intentar tramitar el aborto legal, seguro y gratuito hasta marzo de 2019.

Mientras afuera, a la fiesta de todo el día se le unían algunas lágrimas. Pero es solo un primer "fracaso legislativo" para las más jóvenes. Incluso algunos senadores contrarios lo reconocían: acabará siendo ley.

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