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Artículo El Vaticano encubrió la pederastia de los Legionarios de Cristo durante casi 70 años Now

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El Vaticano encubrió la pederastia de los Legionarios de Cristo durante casi 70 años

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VÍA REUTERS
 

La Iglesia ocultó documentación oficial en la que se apuntaba al fundador de esta Congregación como un depredador sexual que drogaba a menores con morfina para luego abusar de ellos. Marcial Maciel murió a los 88 años sin rendir cuentas a nadie

A.P.G.

02 Enero 2019 13:49

Setenta años de encubrimiento. Setenta años de secretos en el Vaticano. Setenta años que prueban el funcionamiento mafioso y criminal de la Iglesia. El prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada ha revelado ahora que el Vaticano guardaba documentos desde 1943 en los que se probaba que el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, era un pederasta.

Maciel, según la documentación oficial publicada estos días, fue investigado por delitos contra la integridad sexual a menores entre 1956 y 1959. Durante 70 años, el Vaticano guardó a buen recaudo toda esta documentación para exculpar y mantener la impunidad de este líder religioso. Estas gravísimas declaraciones se han difundido en la revista católica Vida Nueva. Ha sido cardenal João Braz de Aviz quien se ha encargado de explicarlo y, no solo eso, ha dado entender que esto es solo el principio de una previsible tormenta de denuncias de abusos que faltan por esclarecer y que están por llegar.

“Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error”, ha explicado tal y como recopila el portal Info Católica. Braz, sin embargo, desmiente que este encubrimiento sistemático sea propio o representativo del conjunto de la Iglesia.

Setenta años de encubrimiento. Setenta años de secretos en el Vaticano. Setenta años que prueban el funcionamiento mafioso y criminal de la Iglesia.

Maciel murió en el año 2008 libre de pena y de cualquier tipo de acusaciones. Ni siquiera tuvo que pedir perdón por las atrocidades cometidas. Tan solo recibió algunas sanciones por parte del Papa Benedicto XVI que logró sortear con éxito viviendo de forma discreta en México a partir de 2006, unos años de fallecer a los 88 años de edad. Las verdaderas acusaciones no salieron nunca a la luz, ni siguieron un curso judicial ordinario, hasta que él falleció, según revela este extenso reportaje de El País sobre las investigaciones en el seno de esta congregación.

Durante años, este líder religioso que actuó como un depredador sexual vivió, de puertas para afuera, dedicado a la penitencia y a la oración y vivió una vida tranquila apoyado y respaldado por muchos obispos y cardenales, entre ellos Juan Pablo II. Nunca tuvo que rendir cuentas a nadie y se benefició de unos privilegios tolerados y en perfecta complicidad con el Vaticano.

El sacerdote recibía honores y era tildado de religioso ejemplar en su vida pública, pero en su vida privada fue acusado de drogar con morfina y abusar de menores, incluidos a algunos de los hijos que tuvo con dos mujeres.

No es el único sacerdote al que están investigando de los Legionarios de Cristo, una de las congregaciones más importantes de la Iglesia. El Vaticano ha hecho público recientemente que también se está indagando a unos seis sacerdotes más por abuso sexual a menores y mujeres.

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