El pasado lunes 16 de octubre, una militar israelí trató de desmovilizar una concentración de estudiantes ultraortodoxos, también llamados jaredíes, en Jerusalén. El incidente ha dado la vuelta a las redes.
La manifestación había concentrado a unos treinta estudiantes religiosos, todos ellos varones, que protestaban contra el arresto de dos de ellos por no haberse registrado en el reclutamiento militar obligatorio. Una mujer soldado se enfrentó a todos ellos.
En el video la vemos desarmada y rodeada de estudiantes de Yeshivá, el centro de estudios de los Torá y el Talmud al que acuden los judíos ultraortodoxos. La joven militar mueve los brazos en todas direcciones, y al principio ellos se limitan a alejarse de ella.
Ante la multitud hay un coche parado, y parece que la soldado pretenda disgregar la concentración a fin de que el vehículo pueda avanzar. Ella primero les incita a acercarse en tono amenazante, luego uno la empuja, ella vuelve con fuerza.
Los dos ultraortodoxos que se negaron a registrarse llevan encarcelados desde principios de esta semana, y esto ha desencadenado días de protestas en las que los jaredíes han bloqueado carreteras en distintos puntos de la ciudad santa. Hasta hoy, doce manifestantes han sido también arrestados.
Hasta hace poco, los judíos ultraortodoxos eran la única comunidad israeliana que podía evadir el servicio militar, obligatorio en el país para chicos y chicas. Pero esto cambió el pasado mes de septiembre, y desde entonces el reclutamiento es un deber también para los jaredíes.
Los ultraortodoxos judíos consideran que su exención militar es justa, dado que la función de ellos en la vida es el estudio aprofundido y constante de la Torá, el libro que contiene la ley y el patrimonio identitario de los israelianos.
Como la mayoría de fundamentalistas de cualquier credo, los jasídicos dedican su vida entera a la religión y mantienen siempre a las mujeres al margen de sus esferas de poder, hecho que explica porque ninguna mujer jaredí aparece en la concentración que vemos arriba.
El hecho de que las mujeres jaredíes estén también obligadas a cumplir con el ejército ha contribuido a desatar todavía más la rabia del conjunto de los ultraortodoxos.
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El pasado lunes 16 de octubre, una militar israelí trató dedesmovilizar una concentración de estudiantes ultraortodoxos, también llamadosjaredíes, en Jerusalén. El incidente ha dado la vuelta a las redes.
La manifestación había concentrado unos 30 estudiantes religiosos,todos ellos varones, que protestaban contra el arresto de 2 de ellos por nohaberse registrado en el reclutamiento militar obligatorio.
En el video la vemos desarmada y rodeada de estudiantes de Yeshivá,el centro de estudios de los Torá y el Talmud. La joven militar mueve losbrazos en todas direcciones, y al principio ellos se limitan a alejarse deella.
Ante la multitud hay un coche parado, y parece que la soldadopretenda disgregar la concentración a fin de que el vehículo pueda avanzar. Ellaprimero les incita a acercarse en tono amenazante, luego un la empuja, ellavuelve con fuerza.
Los 2 ultraortodoxos que se negaron a registrarse llevan 20 díasencarcelados, y esto desencadenó una semana entera de protestas en las que losjaredíes bloquearon carreteras en distintos puntos de la ciudad santa.
Hasta hace poco, los judíos ultraortodoxos eran la única comunidadisraeliana que podía evadir el servicio militar, que obligatorio en el paístanto para chicos como para chicas. Pero esto cambió el pasado mes deseptiembre, y desde entonces el reclutamiento es un deber también para losjaredíes.
Los ultraortodoxos judíos consideran que su exención militar esjusta, dado que la función de ellos en la vida es el estudio aprofundido yconstante de la Torá, el libro quecontiene la ley y el patrimonio identitario de los israelianos.
Como la mayoría de fundamentalistas de cualquier credo, losjasídicos dedican su vida entera a la religión y mantienen siempre a lasmujeres al margen de sus esferas de poder, y esto explica porque ninguna mujer jaredíacudió a la concentración.
El hecho de que las mujeres jaredíes estén también obligadas acumplir con el ejército ha contribuido a desatar todavía más la rabia del conjuntode los ultraortodoxos.