Internet no solo tiene la capacidad de hacer que nuestras antiguas cagadas en la red vivan para siempre, sino que también puede volver a poner en circulación aquellas que hicimos en la época pre-redes sociales.
El turno le ha llegado al primer ministro canadiense Justin Trudeau (feminista autoproclamado), que está siendo señalado por meter mano a una periodista (sin su consentimiento) durante un festival de la cerveza en el año 2000, cuando él tenía 28 años.
La noticia, que fue publicada en su momento en una editorial del diario Creston Valley Advance, un periódico de la Columbia Británica, ha ido resurgiendo en más de una ocasión, pero ha sido este jueves cuando una fotografía de un recorte del periódico de aquel día ha sido publicado por varios medios que las cosas se han puesto tensas para Trudeau.
Trudeau en el festival de la cerveza de Creston en el año 2000.
“Lo siento, si hubiese sabido que estabas trabajando para un periódico nacional nunca hubiese ido tan lejos". Esas fueron las palabras que le dijo Justin Trudeau, el hijo del antiguo primer ministro, a una reportera de Advance aquel 4 de agosto.
Trudeau, que estaba en Creston para celebrar el Kokanee Summit Festival organizado por la Cervecera de Columbia se "disculpó", un día después, por tocar inapropiadamente a la reportera mientras estaba trabajando, no solo para el Advanced sino también para el National Post y el Vancouver Sun. Se disculpó solo al saber que aquella reportera no era una mindundi de un diario de tercera. Al saber que se le podía caer el pelo por aquello.
Recorte del editorial de aquel día:
"‘Si hubiese sabido que estabas trabajando para un periódico nacional…’. No es un incidente raro que se falte al respeto descaradamente a periodistas jóvenes, especialmente mujeres, que están trabajando para un periódico local pequeño por considerarlas inferiores a sus compañeros de medios ‘más predominantes’.
¿Pero no debería el hijo de un ex primer ministro ser consciente de lo que está bien y lo que está mal a la hora de socializar en público? ¿No aprendió durante su amplia experiencia en la la vida pública que meter mano a una mujer desconocida no está en el libro de modales, indistintamente de quién sea ella, de qué trabaje o dónde estés?
¿Y qué hace que el hecho de que esté trabajando para el Post tenga alguna relevancia? Las grandes historias nacen siempre en los diarios locales, en realidad.
Puede que no haya sido un descubrimiento que cambie el mundo, pero hay algo que puede aprenderse de esta historia: de tal palo, tal astilla”.
Desde que la noticia empezó a compartirse sus opositores han estado frotándose las manos en las redes.
"Trump habló de meter mano, pero Trudeau lo hizo".
"Justin Trudeau una vez le metió mano a una reportera".
O han aprovechado para intentar insultar al primer ministro cuestionando su sexualidad. Para los fachas gay sigue siendo un insulto, ya sabéis.
"Trudeau es una comadreja asquerosa. Solo estoy sorprendido de que metiera mano a una mujer. Los hombres son más su tipo".
"¿Quién fue el tipo al que metió mano? Ni de coña le gustan las mujeres a Trudeau".
Y sus defensores… bueno, lo han hecho de la forma más lamentable posible.
"No sé si debería estar enfadada con Trudeau o celosa de la mujer a la que metió mano".
"Me puedo imaginar que hay muchas mujeres, y algunos hombres, a quienes no les importaría que Trudeau les metiera mano".
En una declaración para BuzzFeed News el secretario de prensa de del primer ministro, Matt Pascuzzo, ha asegurado que Trudeau siempre ha tratado a las mujeres con respeto y que “no piensa que tuviera ningún tipo de interacción negativa”, mientras estaba en Creston.
[Vía BuzzFeed]
