El ministro del Interior francés, Gérard Collomb, ha renunciado a su cargo en el gobierno francés poniendo en duda el liderazgo y la capacidad de Emmanuel Macron para mantener cohesionado a su gabinete. Collomb regresa a su anterior puesto como alcalde de Lyon, posición que insistió en recuperar hasta en dos días consecutivos. La primera petición de abandonar su cargo al frente de Interior fue rechazada por Macron, mientras que la segunda, formulada este martes, fue aceptada.
Se trata de un hecho insólito que ha despertado fuertes dudas sobre el gobierno de Macron. El cargo de ministro del Interior es uno de los más prestigiosos en el esquema de la República. Tan es así que Manuel Valls, ex primer ministro, y Nicolas Sarkozy, expresidente, habían ocupado previamente esa cartera ministerial.
Collomb no ha hecho explícitas sus razones para abandonar a quien fue su principal apuesta en 2017, cuando aún estando en el partido socialista, apoyó su candidatura al Elíseo a través de En Marche! Sin embargo, en entrevistas en los días previos, Collomb había criticado el elitismo del presidente, así como su desconexión con la Francia de provincias. El ya exministro del interior alertó que cada vez era menos la gente que podía hablar con franqueza a Macron, algo que cada vez quedaba más reservado a un pequeño círculo del que él formaba parte.
El exministro del Interior tenía un perfil poco vistoso y, de hecho, ya había anunciado que, para las elecciones europeas de 2019, su intención era regresar a la alcaldía de Lyon. Pero el avance de los acontecimientos ha sorprendido y ha puesto el foco en un Gobierno con fama de vertical, que ya sufrió una crisis similar hace apenas mes y medio, cuando dimitió el ministro de Ecología, Nicolas Hulot a través de una emisión de radio sin haber avisado previamente a Macron. Hulot respondió que el motivo para abandonar su cargo era el acercamiento de Macron al sector de la caza, entre otros. Días más tarde, también dimitía por sorpresa Laura Flessel, ex ministra de Deportes, por supuestos "motivos personales".
Collomb ha tenido discrepancias previas con el presidente como cuando el jefe de seguridad de Macron, Alexandre Benalla, fue grabado el pasado Primero de Mayo agrediendo a manifestantes de izquierdas.
Ahora, quien sustituye a Collomb de forma provisional es el primer ministro, Edouard Philippe. El que hasta ahora era alcalde de Lyon, Georges Képénékian, ha dimitido para ceder su cargo a Collomb.
Mientras, en París, las cosas se ponen feas para un Gobierno y un presidente que cada vez más transmite una sensación de que es incapaz de mantener la cohesión en su círculo más cerrado, al tiempo que su popularidad se desploma paulatinamente. Según los sondeos, solo un 31% de los franceses tienen en estos momentos una buena opinión de él.
