Testigos aseguran que un agente ejecutó a un hombre desarmado con tres tiros en el pecho y que luego intenta esconder el cuerpo.
El vídeo es estremecedor. Tres policías militares de São Paulo cogen un cuerpo del suelo y, bajo la mirada de otros dos agentes, lo meten en el maletero del coche patrulla.
Ocurrió en el barrio de clase media de São Paulo de Pinheiros. Lo publicó la agrupación Pimp My Carroça, formada por chatarreros y recogedores de basura de la ciudad, y también el medio de comunicación sobre seguridad y derechos humanos Ponte.
La periodista Lu Etzel, en un vídeo que publicó en directo en su Facebook, habló con un testigo que respondía al mote de 'Piauí'. "La policía llegó disparando. Yo corrí y él me gritó: '¡Piauí!'. La policía me dijo: va a haber para ti. Y le disparó dos veces más en el pecho".
Según el testigo, no hubo ningún tipo de tiroteo, el hombre estaba desarmado. "Ese uniforme es para cuidarnos, no para matarnos. ¡Matar a un chatarrero!", clamó el hombre.
"Este chico es esquizofrénico, recoge material para reciclar. Y le han dado tres tiros en el pecho", exclamó indignada otra vecina.
Otra mujer que dijo que le conocía, aseguró que "estaba con un trozo de madera, pero no iba a agredir a nadie". En ningún caso amenazar con un trozo de madera podría justificar una ejecución con tres disparos.
Clayton Silva, según G1, dice que grabó el momento de la ejecución pero que otros agentes le apuntaron con el arma para pedirle el móvil y después borraron las imágenes.
Las redes sociales cada vez están más llenas de vídeos de usos totalmente injustificados o desproporcionados de la violencia. También de ejecuciones por parte de la policía brasileña, que es una de las que más mata del mundo.
En abril de 2016, un informe de SPTV con datos oficiales mostró que la policía del país sudamericano mató a una de cada cuatro personas de las 1.569 víctimas de asesinato en la ciudad de São Paulo durante el año 2015.
En 2014, otro informe de las mismas características denunció que, en 2013, 6 personas por día fueron asesinadas por los agentes del Estado.
La impunidad es lo más habitual después de los crímenes policiales.