Nadie quiere compartir piscina con los miembros de La Manada

Dos miembros de La Manada, condenados a nueve años de prisión por abusar sexualmente de una joven en las fiestas de San Fermín de 2016, han querido darse un baño en la piscina municipal de Palomares (Sevilla) este fin de semana. Pero el resto de los bañistas se han negado a compartir piscina con ellos.

Los dos, que acudieron en compañía de 10 personas más para celebrar un cumpleaños, fueron reconocidos e increpados por el resto de los bañistas. Algunos acabaron abandonando el recinto para no estar en el mismo lugar que los condenados. El operario de la piscina, que resultó ser amigo de ambos, les llevó entonces a una zona apartada para sacarles de la vista del resto de los que disfrutaban de su fin de semana. El Ayuntamiento de la ciudad ya le ha abierto un expediente por ese motivo.

"Desde este equipo de gobierno no vamos a permitir que personas que han sido declaradas non gratas por parte del Pleno de este Ayuntamiento vengan a nuestro municipio a utilizar nuestro espacios públicos para provocar alarma social", ha declarado la alcaldesa del municipio Juana Caballero. También ha declaro que espera que "no vuelva a ocurrir".

"No vamos a permitir que Palomares del Río se convierta en refugio de violadores ni delincuentes, no vamos a tolerar que nuestra ciudadanía se sienta alarmada por este tipo de visitantes indeseables", ha declarado según recoge El País.

Desde que salieron de la prisión a la espera de que se confirme su condena, los cinco miembros de La Manada han recuperado su vida normal. Se les ha visto bañándose en la playa con sus amigos, de vacaciones en Ibiza y robando gafas violentamente en una tienda. A Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil, incluso se le dio un destino de servicio por error, aunque ya ha sido arreglado por el ministerio de Defensa.