Acusan a una pareja de California de torturar y abusar de sus 10 hijos

En mitad del juicio del caso Turpin, en el que dos padres secuestraron y torturaron a sus 13 hijos en su domicilio, California vuelve a turbarse con otro caso similar, aunque sin ninguna conexión.

Una pareja está acusada de tortura y abuso infantil después de que encontraran a 10 niños en condiciones “horribles” en una casa en Fairfield, al norte de San Francisco. Jonathan Allen, el padre de 29 años, se enfrenta a siete cargos de tortura y nueve de abusos. A la madre, Ina Rogers de 31 años, se le imputan nueve cargos de abuso de menores.

Los diez menores, que tienen entre cuatro meses y 12 años, fueron rescatados el pasado marzo de una vivienda repleta de comida podrida y de desechos humanos y de animales. Los niños presentaban hematomas, quemaduras, heridas y lesiones graves como una causada por el impacto de una pistola de perdigones.

Al ser preguntado por la prensa, un vecino de una calle próxima ni siquiera sabía que en esa casa vivían niños. Solo había visto a Allen, un tatuador, y a Rogers, técnica en una compañía de monitoreo cardíaco, salir y entrar de la casa en varias ocasiones.

La abuela materna declaró a KNTV en San Francisco que creía que Allen era un monstruo y que creía que maltrataba a los niños. "Tomaba en brazos al bebé y lo golpeaba en la cara y ponía cinta adhesiva en la boca del bebé para que se callara", ha manifestado.

De los menores, ahora bajo cuidado de profesionales, ocho han contando hechos de abusos que se vienen prolongando durante años. No se ha esclarecido si las autoridades pudieron haber actuado antes. La pareja ha negado todas las acusaciones.