En España arranca este jueves una huelga para sabotear las últimas compras navideñas. En Estados Unidos empiezan a organizarse en movimientos similares
Las trabajadoras y trabajadores de la base de San Fernando de Henares (Madrid) de Amazon están listos para otra jornada de huelga. En esta ocasión la harán en vísperas de la tradicional fiesta de reyes del seis de enero, con lo que planean sabotear uno de los días más lucrativos del año para la multinacional del hombre más rico del mundo, Jeff Bezos.
La plataforma #AmazonEnLucha viene encabezando desde el pasado año una pugna incansable contra el gigante tecnológico. Las trabajadoras exigen el retorno al antiguo convenio, ya que algunas de sus condiciones laborales se han visto mermadas con la aplicación del nuevo. La empresa, de momento, no da soluciones e intenta por todos los medios mitigar las huelgas con la contratación de más trabajadores temporales o derivando parte del trabajo a la sede en Barcelona.
Según un delegado sindical de CGT citado en El Salto, esta es la primera huelga que afectará a todos los turnos de trabajo logístico y no solo al fin del semana, por lo que también es una de las “apuestas más grandes”.
Desde que Amazon cambió el convenio laboral el pasado 1 de abril, las trabajadores han perdido la cláusula de garantía de incremento salarial, se ha reducido el coste de su hora extraordinaria y del coste nocturno y se han eliminado medidas de conciliación como “los días por asuntos propios”, entre otras medidas. Los trabajadores luchan por recuperar las condiciones anteriores.
No solo eso, tal y como denunciaron en este mismo medio hace unos meses algunos trabajadores de la empresa, el clima de trabajo es asfixiante y tremendamente competitivo. Los indefinidos cada vez se ven forzados a aceptar condiciones más precarias; mientras que los temporales, un gran grueso de los empleados, viven con una agonía y una incertidumbre laboral que se prolonga semana a semana.
En estas palabras resumía un trabajador anónimo en PlayGround lo que suponía este tipo de trabajo: "Aquí hay una competencia interna y una agresividad que no es la normal. Tú imagínate: si te toca dos meses seguidos renovando semana a semana, te quieres cortar las venas". En algunos caso se informa a los trabajadores de su renovación del contrato con un correo electrónico la tarde del domingo.
Las protestas se extienden a EEUU
La precariedad de Amazon no es un fenómeno exclusivo de España. De hecho, estas huelgas ha tenido sus réplicas en otras sedes de Europea como Alemania, Francia e Italia. Ahora, además, parece que se está gestando un clima de protesta cada vez más intenso en sedes de Estados Unidos como las de Staten Island o Minnesota.
En Estados Unidos, The Guardian y el New York Times han revelado numerosos casos en los que se pone de manifiesto que Amazon pone freno a los trabajadores cada vez que intentan sindicarse u organizarse.
Sin embargo, el éxito de las huelgas en Europa ha creado un efecto rebote que empieza a tener ahora sus principales efectos. Muchos trabajadores estadounidenses están lanzando iniciativas para crear un comité de empresa y luchar por sus condiciones laborales. Otros han denunciado la precariedad y el clima en la empresa, que se asemeja mucho a las compartidas por sus colegas en España.
"Te hablan como si no fueras nada, como si fueras un robot, lo único que les importa son los números", relató un portavoz de los trabajadores frente a la sede de Minnesota en este reportaje de The Guardian.
La precariedad, el desánimo y este clima angustiante es especialmente frustrante si tenemos en cuenta el valor económico de esta empresa, cuantificada como la más valiosa del mundo por encima de Google y Apple. Esta empresa hiperlucrativa ha hecho a su fundador el hombre más rico del mundo y facturó más de 3.000 millones de dólares en 2017. Y no para de crecer.
Lo mínimo exigible es dignidad para sus trabajadores.
