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El merchandising de los Proud Boys — los “chicos orgullosos” de ser hombres que luchan por ser machos alfas rebosantes de virilidad a la vieja usanza— ya no puede comprarse en Amazon.
El grupo formado por el fundador de Vice y actual referente en el facheróo anglosajón Gavin McInnes dice no ser ni alt-right, ni extrema derecha, ni racista ni nada de eso, pero sus actos parecen indicar justamente lo contrario.
El ejemplo más reciente es el de la detención de cinco de sus miembros en Nueva York tras un discurso del propio McInnes el 12 de octubre por una brutal pelea.
Scrolleando apenas unos segundos en Twitter me he encontrado otro ejemplo en vídeo: unos Proud Boys buscando gresca a la salida de una misa en un barrio principalmente habitado por ciudadanos afrodescendientes.
Meet the “Vice City” Miami Proud Boys lmfaooooo
These racist losers attempted to disrupt a meeting of black families at a black church in a black neighborhood.
Led by Jacob Engels, in racist costume as an “old black woman”
Al parecer también gustan de viajar hasta otro estado para montar un cristo en una sinagoga.
Alt-right agitators traveled to South Florida to disrupt a synagogue this week.
Laura Loomer and 2 proud boys, Jacob Engels and Enrique Tarrio, attacked an event in Plantation.
2nd time in last 2 weeks each of those proud boys have disrupted events there, encouraged followers. pic.twitter.com/BoL88H6MIc
Lo típico que una persona no racista suele hacer como planecito bueno para un domingo por la mañana, claro que sí.
El grupo, según escribió McInnes en septiembre de 2016 tras su segunda reunión, “Anhela los días en los que las chicas eran chicas y los hombres eran hombres”, hasta en la descripción han empequeñecido a la mujer llamándola girl, que en inglés es sinónimo de niña, mientras se refieren a los hombres directamente como men.
“Esto no era controvertido hace 20 años, pero estar orgulloso de pertenecer a la cultura occidental ahora es como ser una lesbiana, negra, lisiada y comunista en 1953”, concluyó McInnes.
Se acepta solo a integrantes biológicamente hombres, también a los gays y no blancos, pero siempre y cuando estén de acuerdo en que “los hombres blancos no son el problema”.
Amazon es solo la última de las grandes plataformas digitales que les ha puesto el cepo a los Proud Boys. Durante el último mes Facebook, Twitter e Instagram se han cargado varias de sus páginas, incluyendo el perfil de su fundador, McInnes.
Además, PayPal ha cancelado las cuentas del grupo, pero ha hecho lo mismo con grupos antifascistas, poniendo al mismo nivel a quienes promueven el supremacismo blanco y los que tratan de luchar contra él.
Parece que Amazon está cumpliendo con su palabra y, poco a poco, está llevando a cabo la limpieza de productos neonazis en su plataforma.
