El equipo catalán cocina a fuego lento a Zidane en el Bernabéu: 0-3 y media Liga ganada a 23 de diciembre
El primer vermut se iba a atragantar para el núcleo duro del madridismo: Isco suplente, en su lugar Kovacic. Traducido, a Zidane le entró miedo de última hora para un Clásico extraño. A la hora del aperitivo de un sábado prenavideño, día y medio después de la estéril victoria de Arrimadas en Catalunya y 24 horas después del Gordo de Lotería. Más ibérico imposible.
La guinda la ponía el tifo de la grada joven madridista: "Blanca Navidad". Ya veríamos.
El primer tiempo fue un tostón. El Madrid presionando muy arriba, mucho más de lo que hacía pensar la prudencia de la alineación. El sol pegándole de cara a Ter Stegen no sirvió ni para que los blancos probasen desde lejos. Como invitado de honor, el sonido de un helicóptero que se colaba en la retransmisión televisiva durante minutos y minutos.
Un tostón que solo hacía pensar en 700 millones de personas y su sábado. Esa es la cifra de audiencia potencial que se preveía para un partido que globalmente tenía un horario perfecto: se podía ver cenando a las 20:00 en Pekín y desayunando a las 09:00 en Buenos Aires.
La segunda parte fue diferente. Y todo comenzó con una genialidad de Sergio Busquets. Fue el obrero del mediocampo culé quien sacó un balón de manera impecable, se la dio a Rakitic, este avanzó con el Madrid abriéndose como las aguas del Mar Rojo, pasó a Sergi Roberto y este a Suárez, que solo tuvo que empujarla.
A partir de entonces, el Madrid fue un pelele en manos de la estrategia de Valverde: cocinar el partido a fuego lento. Y faltaba mucho más: Carvajal parando un gol con la mano. Penalty, expulsión y 0-2 de Messi. Faltaba media hora, que el Bernabeu llenó pitando a Iniesta, el autor del gol que le dio a España un mundia, y cantando Piqué, cabrón, España es tu nación. Al fin de fiesta el Barça aportó el 0-3, de Aleix Vidal.
Con esta victoria, y a 23 de diciembre, con menos de media liga, el Barça le saca 14 puntos al Madrid, que tiene un partido menos. Precisamente el que no pudieron jugar los blancos por estar ganando el mundialito de clubes que les da el título de "mejor equipo del mundo"... pero el partido importante era el de hoy.