Naim Süleymanoglu levantó el triple de su propio peso y quiso ser un alcalde ultraconservador
Naim Süleymanoglu ha muerto a los 50 años tras pasar varias semanas hospitalizado por una cirrosis hepática. Este triple campeón olímpico en halterofilia -Seúl'88, Barcelona'92 y Atlanta'96- se encontraba a la espera de un trasplante de hígado, pero perdió la vida por complicaciones después una cirugía de emergencia que se le realizó la semana pasada por una hemorragia.
A Süleymanoglu, conocido como el "Hércules de bolsillo" por su 1,47 metros de altura, se le considera el mejor levantador de peso de la historia al romper 6 récords mundiales y 9 marcas olímpicas, llegando a levantar el triple de su propio peso.
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Nació en Ptichar, al sur de Bulgaria. Era hijo de inmigrantes turcos y sufrió la represión del país hacia la minoría otomana. En 1986 solicitó asilo político en Turquía después de desertar en la final de la Copa del Mundo y plantarse en la embajada turca de Melbourne, compitiendo por el país donde nacieron sus padres hasta el final de su carrera.
De hecho, fue el primer campeón olímpico turco en una disciplina que no fuese la lucha libre.
Tras su retiro se dedicó a la política, siendo miembro del Partido de Acción Nacionalista -MHP-, una agrupación ultraconservadora. Süleymanoglu fue candidato a alcalde de la Kiraç, una ciudad de la provincia de Estambul, pero no obtuvo buenos resultados.
Uno de los puntos claves de la ideología de su partido era crear el Gran Imperio Turco, incluyendo a todos los pueblos túrquicos de la Asia Central que surgieron tras el derrumbe de la URSS y la mayoría de los habitantes de la Región Autónoma Uigur de Xingjian, al norte de China.
Además, el MHP se opone a regular la situación del pueblo kurdo en Turquía, aunque haya alguno de ellos entre sus filas.
De este partido también surgieron los Lobos Grises, una organización militar de extrema derecha a la que se le atribuyen unos 600 muertos. La mayoría de las víctimas fueron asesinadas durante la guerra sucia existente en Turquía en los 60 y los 70, antes del golpe de estado de Kenan Euren en 1980. Entre sus "objetivos" favoritos estaban los grupos izquierdistas, los defensores de los derechos humanos, y cómo no, los separatistas kurdos y armenios.
Aunque siguen operando, en los últimos años han aparcado la lucha política para apoyar el islamismo de Erdogan.
