El bocadillo del portero del que se mofa todo el mundo tenía truco

Wayne Shaw ha provocado una polémica brutal. Todo el mundo se ha hecho eco de la imagen del portero de 115 kilos metiéndose entre pecho y espalda un bocadillo en el banquillo del Sutton United en medio de un partido ante el Arsenal... pero no queda ahí la cosa.

Este portero suplente de la quinta división inglesa se podía haber enfrentado a una investigación por parte de la Federación Inglesa (FA) porque, atención, el organismo tenía indicios para pensar que Shaw estaba incumpliendo el reglamento de apuestas de los jugadores comiéndose ese bocata.

Al parecer, una casa de apuestas pagaba 8 a 1 la posibilidad de que Shaw se comiera un bocadillo en mitad del partido, y el propio guardameta reconoció al final del partido que fue un guiño a los posibles apostantes. "Pensé que estaría bien la broma, todos los cambios estaban hechos y ya íbamos 2-0 abajo en el marcador", dijo Shaw.

Sin embargo, el portero ha infringido (ya sea sin querer o voluntariamente) las normas de la FA, que advierten que un jugador "no podrá apostar, ya sea directa o indirectamente, en el resultado, conducta, progreso o cualquier otro aspecto dado en un partido".

Para enredar un poco más el asunto, el Sutton United llevaba en el partido ante el Arsenal la publicidad de la empresa que publicó esa apuesta en cuestión. Por esa razón muchos dudan que se trata de un acuerdo publicitario que vaya más allá de una simple broma.

Tanto es así que Shaw, a instancias del Sutton, ha dejado su puesto en su ya exclub. El entrenador, que dice que no ha tenido nada que ver con el tema, ya que viene directamente "de la presidencia", ha dicho que ha hablado con el portero por teléfono y que este estaba llorando. Agregó que "es una historia triste de fútbol".

También es una broma seguramente poco inspirada en un país habituado a escándalos de apuestas.