El primer "oh" de admiración de la temporada en el Camp Nou se lo lleva Isco y el Madrid atropella al Barça en un Camp Nou lleno de turistas... madridistas
Los primeros ohs de admiración de la temporada oficial en el Camp Nou se los ha llevado Isco por esto:
Fue solo el principio de una victoria rotunda del Madrid 1-3 en casa del Barça en el partido de ida de la Supercopa. Otra losa -quizá más simbólica que real, pero importante por probar que el Madrid hoy por hoy es muy, muy superior a un equipo de Valverde especialmente corto de mediocampo- en el problema de indefinicion del que el equipo catalán parece no saber salir.
Sumémosle el puñetazo a la autoestima blaugrana que ha supuesto que una de sus estrellas, Neymar, haya preferido irse a un equipo que en principio no promete más logros deportivos que el Camp Nou.
El Barça tiene un evidente problema de plan renove. Por un lado, un grupo de jugadores que da muestras de envejecimiento y por otro una incapacidad desesperante para ilusionar a la masa social. Bartomeu no lo ha conseguido este verano ni con Coutinho ni con Dembelé ni mucho menos con Paulinho.
Pero además, ayer, para acabar de agachar la cerviz, había el Camp Nou más madridista que hayamos visto nunca. El partido de Supercopa no entra en el abono de socio, lo que supone un buen negocio estival para el club. Además gran parte de estos, en una fecha como mediados de agosto, se encuentran de vacaciones. Podemos añadirle el hecho de que un partido que acaba un domingo a las 12 de la noche no parece el evento más atractivo para un trabajador que el lunes tiene que estar temprano en su oficina.
Podemos añadir también la barbaridad del precio de la entrada: la opción más barata de entrar anoche en el Camp Nou pasaba por pagar más de 80 euros.
Incluso un usuario denunciaba en redes el exagerado precio de un bocadillo de butifarra en el bar del estadio: 6,50 euros.
En efecto: el Camp Nou estaba lleno de turistas. Algunos, del Barça. O así lo podría parecer por sus recién compradas camisetas oficiales a 80 euros.
Otros muchos, neutrales. Ávidos simplemente de disfrutar de lo que a su vez el propio FC Barcelona define -en su publicidad para las visitas al estadio en clave tour+museo- de la Camp Nou Experience. Es decir, de ser ese espectador pasivo, ajeno, folclórico, que en realidad ni participa del partido ni su vida cotidiana está marcada por los vaivenes del equipo.
Y otros tantos espectadores, muchos en esta ocasión, más que nunca, directamente a favor del Real Madrid. Así escuchamos vitorear los goles del Madrid casi como si fueran del Barça. Que se apunten el tanto el fútbol-negocio y la ciudad-negocio.
