Italia da el primer paso serio contra las casas de apuestas en el fútbol

Se trata del decreto Dignidad. Es una de las medidas por las que el Movimento 5 Stelle apostó ya en campaña electoral y ahora ha aprobado en el gobierno.

Casi todo el peso mediático está recayendo sobre una de las patas del decreto Dignità: la lucha contra la temporalidad en el empleo. Con esta medida el gobierno de Luigi di Maio -en coalición con la ultraderechista Liga Norte- pretende que el límite máximo de contratos temporaleas en Italia pase de tres a dos años. En 2017, se crearon en Italia 434.000 contratos temporales, solo 5.000 fueron de larga duración.

La medida busca también penalizar a las empresas que se deslocalicen habiendo recibido ayudas estatales, incluyendo las que lo hagan a países de la UE.

Pero el decreto Dignidad toca muy de cerca al fútbol.

Di Maio ha catalogado la ludopatía como una "emergencia social". Según datos oficiales -del Consejo Nacional de Investigaciones- 17 millones de italianos (un 42,8% de la población total) jugó alguna vez a juegos de azar en 2017. El número va en aumento: los debutantes en 2007 fueron 100.000 personas; el pasado año 400.000. El primer ministro considera que dañan la "economía familiar" y afecta a los miembros más débiles de la sociedad.

Ahora Italia quiere cortar con las apuestas deportivas. Al menos, a nivel publicitario.

La nueva medida prohíbe los anuncios de todo tipo de juego de azar. Sin embargo, eso no quiere decir que vayamos a dejar de ver desde ya sponsors de apuestas en las camisetas y retransmisiones de la Serie A italiana: los contratos en vigor se respetarán. No podrán ser renovados, sin embargo. Y habrá multas a partir de 50.000 euros, como mínimo.

En Italia el negocio de las apuestas deportivas genera unos 700 millones de euros. Esa es la cifra que enseguida la Serie A se ha apresurado a poner sobre la mesa. Para los directivos, está en peligro.