PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.
Oh! Parece ser que estás usando adblocker y lo respetamos. Por eso podrás seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site. Ayúdanos a seguir adelante y a luchar por aquello en lo que creemos.
Suscríbete a las notificaciones de playground para no perderte nada
Estas subscrito! Recibirás las ultimas novedades
¿Quieres recibir las mejores noticias y vídeos de PlayGround ?
ArtículoLa hipocresía machista de las críticas a MaradonaSports
Sports
La hipocresía machista de las críticas a Maradona
H
Quizá es que Maradona no tiene que ser ejemplo de nada. Y si lo es, empecemos por evaluarle en función del daño que hace a otras personas, empecemos por el maltrato machista
A Maradona le "llueven" las críticas por [inserte aquí casi cualquier cosa que haya dicho o hecho el exfutbolista en el último cuarto de siglo].
Ahora ha sido por muchas cosas a la vez. Por su expresividad en el palco del Argentina-Nigeria. Por estar a punto de caerse del propio palco y tener un hombre que parecía contratado solo para sujetarle. Por quedarse aparentemente dormido durante el partido. Por parecer prácticamente un meme, una especie de cuadro de éxtasis renacentista. Por hacer peinetas.
Y finalmente por salir remolcado del lugar al terminar el partido. Después llegarían las noticias y los desmentidos sobre si había sufrido una descompensación o no.
Mientras se sucedían los memes y las bromas casi nadie en realidad acababa de saber si se encontraba bien de salud o no, si todo lo que habíamos visto escondía algo serio o no.
Qué más da. En la configuración moralista de Maradona en el imaginario colectivo los ejes principales son dos: que fue un futbolista descomunal, quizá el último en poseer esa especie de alquimia, de magia vieja que el fútbol moderno niega a los que vinieron después y de los que conocemos todo su día a día. Y que consumió drogas.
El primer eje le hace susceptible de ser un ídolo, un ejemplo de vida.
El segundo, el estigma que le persigue desde principios de los 90, todo lo contrario.
Pero, ¿tendría que ser Maradona un ejemplo de algo? ¿Es solo un exfutbolista con problemas de diversa índole? ¿Es un bocazas redomado? ¿Dice las verdades que nadie quiere oír? ¿Se ha convertido en aquello que dice odiar como izquierdista declarado, se ha convertido en un poderoso arrogante? ¿Dónde está el pueblo en Maradona? ¿Hay pueblo en Maradona; debería haberlo?
Lo que es seguro es que entre todas las críticas que habitualmente se le hacen -toxicómano, obeso, hipócrita, maleducado, prepotente, manipulable, inestable, egocéntrico, histriónico...- no suele estar tan presente la de machista.
Porque que nadie se olvide de este vídeo de 2014 en el que aparece acosando y golpeando a su pareja, Rocío Oliva, simplemente porque esta se encontraba mirando su teléfono móvil.
