Uno de los sicarios de Escobar asegura que el narco planeó colocar un coche bomba a Gareca cuando jugaba en el América de Cali
La influencia de Pablo Escobar Gaviria y el resto de grandes narcos de los 80 y los 90 en el fútbol colombiano es de sobra conocida, aunque siguen apareciendo historias que nunca antes habían sido contadas.
Uno de los sicarios de Escobar en el Cartel de Medellín, John Jairo Velásquez, "Popeye", ha revelado la que tiene como protagonista al actual seleccionador de Perú, el argentino Ricardo Gareca.
"El Cartel de Medellín secuestraba jugadores, compraban árbitros, amañaban partidos...", recuerda Popeye en El Popular de Perú.
Gareca casi muere en medio de la guerra entre los carteles de Cali y Medellín, una continua demostración de quién era el más fuerte con la bomba al edificio Mónaco donde vivía la familia de Pablo Escobar- como detonante. Escobar respondió con varios atentados en la Sucursal del Cielo en todas las instalaciones de Drogas la Rebaja, las droguerías de los hermanos Rodríguez Orejuela.
En su plan para vengarse del Cartel de Cali estaba la idea de asesinar a las máximas figuras del América de Cali, el club controlado por los Orejuela -Escobar tenía bajo su mando el Independiente de Medellín-.
En aquel equipo jugaba Ricardo Gareca, siendo el delantero del América de Cali entre 1985 y 1989.
"Tenía en cuenta a todos los jugadores de América de Cali, estábamos en guerra... Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar, sin embargo, no llegaron a él. El amor por el fútbol del 'Patrón' lo salvó, pues a él y a los otros jugadores de América de Cali se contempló colocarles un carro bomba", revela Popeye.
"Incluso secuestró a jugadores de Cali para que entregaran a los Rodríguez, y como no cooperaron mataron a la familia de Pedro Enrique Sarmiento, quien actualmente trabaja como comentarista en el Gol Caracol".
A quién sí acabó matando fue al colegiado Álvaro Ortega, como ya te contamos aquí. Le asesinaron el 15 de noviembre de 1989, pero en realidad llevaba muerto en vida desde el 26 de octubre, cuanto dirigió en Cali el partido entre América e Independiente de Medellín y anuló un gol a Independiente a falta de 2 minutos para que acabara el partido por juego peligroso en una chilena.
A las pocas semanas un sicario se pegó a la ventanilla de Ortega cuando estaba de copiloto en un coche y le llenó el cuerpo de metralla.
Aunque todas las pistas apuntaban hacia Pablo Escobar, el sumario quedó paralizado en la caja 231 de la Fiscalía de Itagüí y nunca avanzó. En 2009 el delito prescribió y el fiscal 176 de Medellín archivó la investigación.
