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Artículo "¡Estoy siendo atacado por peces!": el terrible instante en el que miles de sardinas saltan fuera del mar Content

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"¡Estoy siendo atacado por peces!": el terrible instante en el que miles de sardinas saltan fuera del mar

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Un pescador taiwanés graba un impresionante banco de sardinas que emerge de forma descontrolada a la superficie en medio de un puerto

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26 Julio 2018 13:37

Los aficionados a la pesca gozan del placer de la espera, momentos en que nada parece suceder mientras se aguarda a que los peces piquen. Los pecadores menos dotados, preferirían, en cambio, que los pescados vinieran ellos solos y que se engancharan en el anzuelo por orden, para que el supuesto deportista llegue a casa con la cesta llena.

Algo así debieron pensar los taiwaneses que grabaron este vídeo el pasado 20 de Julio; entre ellos, Lu Jingwai, de 31 años, que vio como miles de sardinas saltaban frenéticas y enloquecidas en el agua, rompiendo a la superficie, dejando ver el abundante banco de peces que componían para terminar cayendo en la cubierta de su barco y los anexos, en vez de en su medio natural, el mar. La situación hace que Lu grite: “¡Estoy siendo atacado por peces!”

La formación de los peces en banco es su manera natural de desplazarse, ya que su masa hace más fácil moverse contra la fricción del agua. A la vez, la imagen submarina que forman, tiende a ahuyentar a especies de depredadores, confusos por su tamaño. Hay bancos registrados de incluso 4 kilómetros de largo y sus efectos visuales provocados por la sincronización esconden una hipnótica belleza.


Jingwai y otros transeúntes que allí estaban registraron con sus móviles ese zumbón sonido de un enjambre de sardinas rompiendo la noche y cumpliendo el sueño del más perezoso pescador.

No se trata de ningún milagro ni de ninguna antinatural multiplicación de los peces. Cuando un pez decide “volar”, o sea, emerger de su nivel de superficie habitual y aflorar a la superficie en un potente salto, la respuesta solo suele ser una: está asustado. Es el caso de este banco de peces que temía ser devorado por otra criatura marina desconocida.

Los peces saltan así por el simple hecho de que allí abajo habría, con casi total certeza, un pez mayor, hambriento y de caza, diezmando al banco de sardinas y estas, en pavor, huyen y saltan. Los testigos y las grabaciones muestran ese momento en que algunas de las más desafortunadas, se evaden del pez depredador para caer en el bote del mayor depredador, el hombre. Sin embargo, Jingwai y sus acompañantes aseguraron que las devolvieron al mar.

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