PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Este hombre no tiene codos pero eso no le ha impedido tocar el piano como los ángeles Content

Content

Este hombre no tiene codos pero eso no le ha impedido tocar el piano como los ángeles

H

 

Bart Gee, de 34 años, no puede doblar ni los brazos ni las manos. Sin embargo, su forma de tocar es increíble

Playground community

25 Julio 2018 12:47

Querer es poder. Nacer con un problema físico no tiene por qué ser un obstáculo para poder hacer lo que deseamos. Bart Gee, un inglés de 34 años, es una buena muestra de que todos somos capaces de superar los retos a los que nos enfrentamos en la vida.

Este hombre nació con artrogriposis, un extraño síndrome por el que no tiene codos y , por lo tanto, no puede doblar ni sus brazos, ni las manos ni los dedos. A priori, no parecía estar destinado a tocar música debido a su condición física.

Sin embargo, siendo un niño de solamente tres años, Bart se enamoró de la música y quiso aprender a tocar un instrumento. Su profesora le ayudó a iniciarse con el glockenspiel, un instrumento parecido a un xilófono. Ella también lo acompañaba tocando el piano, y acabó inspirándole a convertirse en pianista.

Para el joven Bart, su falta de codos no fue en ningún momento un impedimento para ensayar duramente cada noche y disfrutar del aprendizaje. El mismo afirma que este desafío ha sido uno más de los que ha tenido que afrontar en su vida, siempre con el objetivo claro de poder ser independiente.

La artogriposis

La artogriposis se trata de un síndrome congénito que causa con síntomas como rigidez de las articulaciones, deformidades simétricas, dislocamientos y articulaciones fijadas de forma permanente en posición doblada o recta. También puede provocar una atrofia o mal desarrollo de los músculos.

La aparición de estos síntomas depende del grado de afectación de la enfermedad, pero en cualquier caso representan un problema muy importante para llevar una vida normal. De hecho, los médicos dijeron a los padres de Bart que nunca podría hacer cosas tan básicas como caminar o sentarse por sí mismo.

El pequeño sorprendió a propios y extraños empezando a andar a los 3 años y, a partir de este momento, su actividad no tuvo límites. En la actualidad, puede presumir de haber participado en una competición de nado de 5 kilómetros y, además de ser pianista, de tocar el bajo y la batería eléctricos.

Otro de los grandes retos que tuvo que superar fue el trato de la gente, especialmente el hostigamiento de sus compañeros de colegio, que llegaban a empujarle y a meterse con él mientras paseaba por la calle. Su capacidad para seguir adelante después de ello le ha valido para que hoy en día pueda dar charlas motivacionales basándose en su experiencia.

share