Los vídeos de su gesta son un canto a la superación, y un homenaje a quienes sufren demencia
Si le dicen el ‘deporte rey’ es por algo. Jóvenes de los cinco continentes tienen entre sus héroes a los jugadores de las grandes ligas y admiran y emulan sus habilidades con el balón. Quizá por eso John Farnworth, un joven británico, ha decidido nada menos que escalar el Everest mientras ‘da toques’ a una pelota de fútbol. ¿Suena loco? Un poco, seguro. Pero lo hace por una buena causa.
John perdió a su abuelo hace poco a causa de una demencia vascular, una experiencia que le ha marcado, sensibilizándolo hacia el sufrimiento que padecen los pacientes de esta enfermedad y sus familias. Por eso, para ofrecer su solidaridad a aquellos que estén pasando por el mismo proceso y en recuerdo al abuelo que le enseñó a jugar al fútbol y a perseguir sus sueños en la vida, se ha propuesto un ‘desafío solidario’.
Si para cualquier persona subir hasta el campamento base del monte más alto del planeta ya sería por sí sólo una auténtica epopeya, el joven John Farnworth ha decidido plantear un “más difícil todavía”.
A través de las redes sociales, cada día muestra el difícil ascenso en vídeo en una página web especialmente creada para este proyecto, en la que también se ofrece información sobre la Demencia y la enfermedad de Alzheimer. La idea última de esta iniciativa es que la gente se anime a hacer donaciones que irán a parar a la Alzheirmer´s Society. El objetivo que se ha fijado Farnworth es llegar a las 50.000 libras.
Su gesta es un monumento a la dificultad, la motivación y el poder de superación. En sus vídeos podemos apreciar la dificultad de realizar el ascenso en un constante movimiento, especialmente teniendo en cuenta que, a mayor altitud, menor es la presencia de oxígeno.
En sus mensajes más recientes, ya tras más de una semana de ascenso, Farnworth cuenta que empieza a sentirse afectado por la altura, pero que “¡cada paso y cada toque valen la pena!”. Podemos imaginar el nivel de disciplina y concentración necesarios y no podemos menos que manifestar nuestra admiración.
Por eso te invitamos a visitar la página de John y a que sigas en directo su aventura. Y, si quieres, a colaborar en su noble lucha contra la demencia y el Alzheimer. ¡Estamos contigo, John!