En los últimos meses se ha producido un incremento del robo de relojes de alta gama en las calles de Barcelona
Según datos del Ministerio del Interior, la criminalidad en Barcelona ha aumentado un 20,9% en el primer trimestre de 2018 en comparación con el mismo periodo de 2017. Los hurtos y los robos con violencia en domicilios y establecimientos son los que se han incrementado, y el último ejemplo de hurto lo encontramos en un vídeo que no ha tardado en viralizarse a través de las redes sociales.
En las imágenes se ve cómo un grupo de 3 hombres jóvenes pasa frente a lo que parece la puerta de un hotel. Uno de ellos se da la vuelta y trata de entablar conversación con las dos personas que dialogan frente al establecimiento. La primera reacción de esos hombres ya indica desconfianza hacia ese extraño que les habla. Pero esa cautela no sirve de nada.
Mientras el joven les despista dándole conversación, uno de sus compinches se acerca por detrás y con un simple gesto le roba el reloj de la propia muñeca al turista.
Ambos salen corriendo tras llevarse un reloj valorado en 40.000 euros.
Una semana antes la policía arrestó a tres chicos por robar un reloj Rolex, valorado en 20.000 euros, a un turista en la en la zona del Born de Ciutat Vella. Los ladrones utilizaron la misma técnica: arrancarle el reloj del brazo a su propietario.
Pero estos no son ejemplos aislados, ya que los Mossos d'Esquadra han detenido en las últimas semanas a 27 ladrones reincidentes que acumulan entre todos 250 antecedentes policiales por robar relojes de lujo a turistas.
Las víctimas son mayoritariamente extranjeros de vacaciones que se movían por hoteles, restaurantes y locales de ocio frecuentados por clientes con un alto poder adquisitivo. Los ladrones vigilaban a sus potenciales víctimas en las inmediaciones de este tipo de establecimientos o de joyerías de lujo de Barcelona. Observaban si llevaban relojes caros que les pudieran interesar, les seguían y, cuando encontraban el momento adecuado, les robaban.
Para hacerlo, se acercaban a la víctima en cuestión, le tocaban el brazo con cualquier excusa y le robaban el reloj sin que se enterara, aunque en algunas ocasiones emplearon la violencia cuando fueron descubiertos.
Según la policía, los ladrones actuaban en grupos de entre cuatro y cinco personas que se intercambiaban pero que no formaban parte de una organización criminal jerarquizada. Todos son de nacionalidad francesa y belga y vivían en París y Londres, desde donde se desplazaban a Barcelona para cometer los robos.
Los Mossos estiman que el valor total de lo robado asciende a más de 300.000 euros (había piezas de entre 500 y 120.000 euros) y que los relojes eran vendidos posteriormente en países de Oriente Próximo y del norte del Magreb, donde al parecer hay una gran demanda de estos productos.
La operación policial ha sido coordinada por el Grupo de Multirreincidentes de los Mossos y se inició en octubre de 2016, tras apreciar un incremento del robo de relojes de alta gama en la calle, especialmente en los distritos de Ciutat Vella y Eixample. Esta es sólo la primera fase de la operación y los Mossos esperan detener a más personas en una segunda fase para intentar devolver la tranquilidad a los turistas.
Desde la policía local destacan que, aunque Barcelona es una ciudad segura, hay que ir con cuidado ante empujones o acercamientos "sospechosos". Recomiendan también no hacer ostentación de relojes de lujo ni joyas por la calle, en especial a la población mayor, que es más vulnerable.
En las zonas muy concurridas, céntricas y en el transporte público, la Guardia Urbana sugiere no llevar juntos dinero, llaves y documentación, y repartirlos entre varios bolsillos o bolsas. Además, aconsejan usar los cajeros automáticos sólo en horas de funcionamiento de los bancos.
