El incidente tuvo lugar en Vancouver, la segunda ciudad con más inmigración de Canadá
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Desde que Justin Trudeau se convirtió en presidente, Canadá ha ganado fama como país inclusivo y un modelo progresista de convivencia con el reconocimiento de derechos de la comunidad LGTBIQ, medidas para apaliar la discriminación de género o programas escolares basados en la diversidad. ¡Incluso han modificado la letra del himno canadiense para que no haya distinción de género!
Sin embargo, todo paraíso terrenal tiene su cara oculta. Tras el atentado racista del año pasado en Charlottesville el propio Trudeau advertía en su Twitter que “Canadá no es inmune a la violencia racista y al odio”.
Pese a sus políticas de inclusión, el vídeo que encabeza este artículo es un ejemplo más de que Canadá no queda exenta del racismo que envenena muchas sociedades multiculturales.
El incidente tuvo lugar hace unos días en el autobús número 250 de la ciudad de Vancouver sobre las ocho de la tarde. Un par de personas no caucásicas le preguntaron a una mujer que si podía retirar sus bolsas del asiento vacío que tenía a su lado para que uno de ellos se pudiera sentar. Además de negarse a realizar un gesto tan cívico, la mujer comenzó a elevar su voz y a esgrimir comentarios de tinte racista.
La situación se desmadra tanto que en un momento dado la mujer agarra una de sus bolsas y le pega con ella a la pobre extranjera que le había pedido sentarse a su lado. La autora del vídeo, Christine Starr, comenzó a grabar a partir de dicho momento.
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Llena de cólera, la mujer sigue montando un espectáculo racista que dura hasta la penúltima parada de la ruta del autobús. El resto de pasajeros muestra su claro descontento y discuten con ella su deplorable actitud.
Pero la cosa se pone incluso más violenta cuando se da cuenta de que hay varias personas grabándola con sus móviles: “Te voy a matar”, le grita con ímpetu a una de ellas. Parece ser que no se siente lo suficientemente orgullosa de su actitud como para que la gente lo grabe y lo suba a Internet ¿Contradicciones en su propia lógica segregacionista?
Al parecer no es la primera vez que esta mujer decide atacar verbalmente a pasajeros de origen extranjero en dicha línea del autobús. Tampoco es la primera vez que se denuncian o se graban actos racistas en un autobús en Vancouver, la segunda ciudad con más inmigrantes de Canadá.
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Parece mentira que bien entrado el siglo XXI tanta gente se resista a comprender que la diversidad es riqueza y que la inclusión debe formar parte de las sociedades del futuro.
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