Cuando un accidente lleva tu nombre, no te libras. Ir del trabajo a casa y viceversa en transporte público puede ser un acto común e intrascendente. O puede ser un acto en el que uno se juegue la vida en una absurda lotería.
Tal es el caso de la ciudad de Mumbai (India), urbe en la que cada día siete millones y medio de personas se desplazan. De 2012 a 2016 hay registrados 3.400 muertos en accidentes de distinto tipo en el transporte suburbano.
Un vídeo muestra uno de estos accidentes que, por fortuna para la involucrada, no culmina con su fallecimiento. Poonam, el nombre con el que se ha identificado a la herida, fue arrastrada varios metros por el suburbano cuando su sari quedó atrapado por las puertas del vagón. Otras versiones hablan de que se enganchó en el hueco entre el tren y el andén, y el metro comenzó a tirar de ella, haciéndole perder pie y siendo, finalmente arrastrada.
Los allí presentes gritaban y alguno trató de arrancarla de las garras metálicas del tren. Por fortuna o porque la tela cedió, Poonam no fue arrastrada hacia las vías y en una relativa pequeña distancia se vio libre. Vapuleada, pero libre.
Es imposible saber si alguien desde el interior del vagón pudo hacer algo por ella y colaborar en que su sari se soltara de las puertas. Lo que está claro es que el conductor del metro no vio lo sucedido o hizo caso omiso de los gritos de los allí presentes. Mumbai tampoco tiene fama de ser una de las ciudades más silenciosas del mundo.
Teniendo en cuenta las estadísticas, Poonam tuvo suerte y aun resultando maltrecha, no ha engrosado la lista de fallecidos en el transporte público de la megalópolis.
Hay tres causas principales para esas muertes. La primera, el suicidio, realmente difícil de evitar. Las otras dos, se tratan de caídas desde los superpoblados trenes o el ser arrollado cuando se intenta cambiar a toda prisa de un tren a otro, cruzando peligrosamente las vías. Hay causas adicionales como estampidas humanas que a veces ni se sabe por qué motivo comienzan. Hay un miedo cotidiano en los desplazamientos por los anticuados y decadentes recorridos en tren de Mumbai, pero como dicen algunos usuarios “¿qué otra opción nos queda?”.
