El canto de alegría de estas mujeres cuando fueron rescatadas de las aguas del Mediterráneo ha emocionado a miles de personas y sirve como recordatorio lírico de una realidad que el año pasado le costó la vida a más de 3.000 personas.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de abril, cuando un barco de la ONG Proactiva Open Arms divisó dos embarcaciones a 50 kilómetros de la costa de Libia. Por lo visto, unas 400 personas viajaban a la deriva en una barca de madera y otras 100 en una lancha de goma.
Durante el rescate, los voluntarios pudieron grabar estas imágenes en las que se aprecia el cansancio en los rostros de sus protagonistas, todas mujeres subsaharianas de diversas nacionalidades. Una de ellas dice “gracias por mi vida” en inglés y todas juntas cantan en ausencia de una forma mejor de demostrar su alegría.
La portavoz de la ONG, Laura Lanuza, afirma que este tipo de reacciones son bastante normales en situaciones de rescate, es “una explosión de alegría (...) Dan gracias por estar vivas”.
Sea como sea, la demostración de júbilo no ha pasado desapercibida en las redes sociales y hasta Jordi Évole se ha sumado al esfuerzo difusor publicando en su Twitter una versión del vídeo un poco más larga acompañada de un toque de atención a las autoridades europeas.
Por su parte, Open Arms declaraba en las redes: "¡Están vivas! Este es el Mediterráneo hoy. Nos emociona como la primera vez que llegamos aquí. Más de 500 personas rescatadas en unas horas (...) ¿Cuántas habrán perdido la vida mientras apenas había ojos humanitarios en el mar?”.
También han publicado una foto de las personas que viajaban en la lancha. "Así las hemos encontrado: terrorizadas, convencidas de que iban a perder la vida en el mar, personas que se han jugado la vida huyendo del más absoluto infierno, de las torturas y las vejaciones, de la esclavitud. Menos mal que llegamos a tiempo".
Hay que destacar que la operación de salvamento fue posible gracias a un aviso de la guardia costera italiana enviado el día anterior y se realizó en colaboración con la ONG francesa SOS Mediterranée, que también participó en el rescate.
Open Arms: única en su especie
Esta ONG con sede en Badalona es actualmente la única que lleva a cabo misiones de rescate humanitario en el Mediterráneo de forma permanente. Según Open Arms, han salvado la vida de más 59.000 personas en sus dos años de vida y tienen pensado seguir haciéndolo en el futuro con la ayuda de sus voluntarios, entre los que hay caras conocidas del mundo del deporte, como Jordi Villacampa, ex presidente del Joventut de Badalona.
Pero ser el primero, o el único, siempre tiene un coste implícito. Prueba de ello son sus recientes problemas legales con las autoridades italianas. Éstas retuvieron su barco acusando a los responsables de la tripulación de fomentar la inmigración ilegal tras salvar a 218 migrantes durante el pasado marzo y negarse a entregarlos a los guardacostas libios.
Por suerte, el caso se resolvió a favor de la ONG y el barco, que estaba anclado en el Puerto de Pozzallo, navega libre de nuevo tras el rechazo de la orden de confiscación por parte del juez Giovanni Giampiccolo.
Esperamos que pueda mantener ese estatus de libertad indefinidamente y cumplir con su labor de manera acorde al derecho internacional, muy a pesar de las trabas legales y políticas que provienen de los dos continentes.
