Aunque los movimientos del "autómata" ya invitaban a dudar, el fraude se descubrió gracias a una foto colgada en Twitter
No es ningún secreto que las mayores potencias del mundo compiten en una carrera tecnológica sin fin desde hace décadas. Quizás el hito más conocido es la rivalidad entre Estados Unidos y La Unión Soviética durante la Guerra Fría para comprobar quién sería la primera nación en alcanzar la Luna. A día de hoy, esta carrera continúa a velocidades de vértigo: macroscopios, nanocirujanos, sensores inteligentes, realidad virtual, hogares autónomos…
Pero sobre todo, este siglo la carrera se centra avanzar en el campo de la robótica y la Inteligencia Artificial. ¿Quién será la primera nación en reproducir a un ser humano de manera artificial en toda su complejidad?
Aunque es probable que el juego no sea del todo limpio en lo que se refiere a esta carrera tecnológica mundial, lo que no cabía esperar es que alguien hiciera trampa de la manera más cutre posible.
El vídeo que encabeza este artículo es un fragmento de un programa estatal de la TV rusa que presenta al Robot Boris durante un foro para jóvenes dedicado a la robótica en Yaroslavl, una ciudad a 250 kilómetros al noreste de Moscú.
Durante el programa los presentadores ensalzaron las capacidades del robot, haciendo hincapié en el hecho de que “El Robot Boris ya ha aprendido a bailar, y no lo hace nada mal”. Porque existen infinidad de técnicas para mejorar la movilidad de los robots a la hora de realizar tareas físicas útiles para el ser humano. Pero ¿acaso hay algo más importante que enseñar a un robot a bailar con ritmo?
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Aunque en el vídeo ya se puede apreciar que dicho robot realiza movimientos sospechosos para tratarse de un autómata, el fraude se descubrió gracias a esta foto colgada en Twitter, donde se puede ver un poco de piel humana en el cuello del robot ¡Menuda pillada!
En realidad el Robot Boris es un disfraz fabricado por la empresa Show Robot y valorado en más de 3.000 euros. Está equipado con un micrófono que altera la voz y una pantalla en la cara para crear la ilusión robótica perfecta. Qué pena que se olvidasen de pintarle la piel al actor con pintura metálica...
La página del foro asegura que los organizadores no intentaron pasar al disfraz por un robot real. Sin embargo, parece que la TV rusa que transmitió las imágenes se olvidó de mencionar ese pequeño detalle. ¿Sin querer o a propósito?
Al día siguiente de descubrirse el pastel, el medio de comunicación ruso decidió borrar el vídeo en cuestión. Pero Internet es más rápido que cualquier decisión mediática y a las pocas horas las imágenes ya estaban circulando por las redes sociales a toda velocidad.
Lo mejor es que hoy en día cualquier puede aprender a construir y programar un robot de verdad. Si esta idea te interesa, aquí debajo tienes varios cursos y eventos con los que empezar:
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