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Entrevista "El régimen sanguinario de Putin no se ha construido en un día y Sentsov no es su primera víctima” Now

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"El régimen sanguinario de Putin no se ha construido en un día y Sentsov no es su primera víctima”

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12 Diciembre 2018 16:50

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Hablamos con Natalya Kaplan sobre su primo Oleg Sentsov, el cineasta ucraniano condenado a 20 años de prisión en Rusia que acaba de recibir el premio Sájarov del Parlamento Europeo

La fecha oficial de la detención fue establecida un día más tarde. No se trataba de un error administrativo, como tampoco el hecho de que durante dos semanas ningún abogado tuviera acceso al cineasta ucraniano Oleg Sentsov, condenado hace 4 años a 20 de cárcel en Rusia por terrorismo. La fecha oficial fue establecida el 11 de mayo de 2014 porque el 10 de mayo, tras su arresto, fue sometido a vejaciones y torturas, amenazas de violación con una porra policial mientras tenía una bolsa en la cabeza y los pantalones bajados. Fue establecida un día más tarde para poder apuntar que los moretones eran fruto de su gusto por el sadomasoquismo como práctica sexual.

Masoca y neonazi. Ultranacionalista. Con vídeos sobre el nazismo en su casa y poemas escritos en ucraniano que fueron requisados por la policía rusa como prueba de pertenecer a un grupo terrorista con vínculos con los paramilitares de Pravy Sektor. De ser el líder de su célula en Crimea, de planear volar una estatua de Lenin en Crimea. “Lo primero que hizo Putin en Crimea tras su anexión fue crear una unidad de contraterrorismo, pero para luchar contra los terroristas primero tienes que tenerlos”, ha apuntado Natalya Kaplan este miércoles delante del pleno del Parlamento Europeo mientras recogía el premio Sájarov a la libertad de conciencia que el organismo ha concedido a su primo Sentsov. Él no ha venido, sigue entre rejas en el círculo polar ruso, en la colonia de reclusión y trabajo de Labytnangi.

Según su abogado Dmitri Dinzé, que ha acompañado a Kaplan hasta Estrasburgo, permanece en régimen de aislamiento del resto de presos, se vigila cada palabra que escribe en las cartas a su familia y también están pendientes de si decide autolesionarse para poder intervenir e impedir su muerte.

“Lo primero que hizo Putin en Crimea tras su anexión fue crear una unidad de contraterrorismo, pero para luchar contra los terroristas primero tienes que tenerlos”

Mantener con vida al prisionero se ha convertido en un asunto primordial para las autoridades rusas. Tras 145 días de huelga de hambre en la que Sentsov pedía la liberación de todos los denominados presos políticos de nacionalidad ucraniana en cárceles rusas -se calcula que en total son unos 70-, los médicos decidieron poner fin a sus reivindicaciones. “Le dijeron directamente que estaba al borde de la muerte y que simplemente le iban a atar a la cama, a meterle un tubo por la nariz y alimentarle de manera forzosa. Oleg solo tenía la elección de dejar que lo torturaran de esa manera o hacerlo sin tortura”, cuenta Kaplan en una entrevista con PlayGround. Pero lo cierto es que la huelga de hambre no ha sido inocua. Perder varias decenas de kilos le han dejado permanentes secuelas y problemas hepáticos y cardíacos. Además, la familia denuncia que nadie sabe con certeza cuál es su estado real de salud porque las autoridades de la prisión no dejan que ningún médico independiente acceda a él.

Natalya Kaplan en la recogida del premio Sájarov en Estrasburgo

La última vez que Kaplan vio a Sentsov, este estaba consumido por el hambre. Fue en julio, hace casi medio año. “Oleg no nos deja verle. Rechaza todo tipo de encuentro con familiares y solo deja venir a su abogado. Su justificación es que de esa manera le cuesta menos aguantar allí dentro”, sostiene Kaplan. Antes de ingresar en prisión, Sentsov se había hecho famoso por su primera película Gamer, proyectada en los festivales de Rotterdam y Sao Paulo. Tenía una familia, dos hijos pequeños y una madre a los que lleva sin ver desde 2014. “Eso es una prohibición categórica. Me dijo directamente: 'Ni se te ocurra traer aquí a mi madre o a mis hijos, eso no ayudará a nadie a sentirse mejor'”, cuenta ahora su prima que sostiene que sigue preocupándose por su educación, los libros que leen y si han ido o no al médico cuando se enferman.

“Eso es una prohibición categórica. Me dijo directamente: Ni se te ocurra traer aquí a mi madre o a mis hijos, eso no ayudará a nadie a sentirse mejor

Sentsov también tiene una hermana, pero la casualidad hizo que ambos se encontraran en lados distintos de las barricadas cuando empezó el movimiento Euromaidán en Ucrania que propició la salida del presidente Viktor Yanukovich, la anexión de Crimea y la guerra en el Este de Ucrania. Sentsov se unió desde el primer momento a la causa del Maidán, haciendo recogidas de alimentos a los que estaban en la plaza de la Independencia de Kiev. Durante la ocupación rusa de la península crimea el cineasta volvió a hacer colectas de alimentos para los soldados ucranianos. El marido de su hermana trabajaba en ese momento para el SBU, la agencia de seguridad ucraniana, cuando Crimea pasó a ser rusa. Desde ese día empezó a trabajar para el FSB, la agencia de seguridad rusa y heredera de la KGB. En el juicio de Sentsov fue precisamente su cuñado uno de los testigos que testificaron en su contra. “¿De dónde va a sacar una relación con Pravy Sektor? Nunca ha sido nacionalista, nunca ha defendido posiciones nacionalistas. Más aún, siempre se ha considerado ruso, rusoparlante y de cultura rusa. Nació en Crimea y allí vivió toda su vida”, sostiene Kaplan rechazando la principal acusación sobre la que se ha basado la condena a Sentsov.

A día de hoy, al cineasta le quedan 16 años de condena en Siberia aunque espera que el premio Sájarov sirva para unir fuerzas internacionalmente contra el gobierno de Putin en Rusia.”Nos tenemos que unir contra este régimen caníbal y actuar de una manera más activa porque el régimen de Putin ha devorado a mucha gente y ha roto demasiadas vidas. No solo sufren los asesinados y los que están en la cárcel, sufren las familias y si todo esto no se para, se derramará mucha más sangre”. Pero ella misma reconoce que no habrá cambio de actitud sin un cambio de Gobierno. “Yo no me creo que un día despierte la conciencia de Putin y diga '¿Qué he hecho? Voy a arreglarlo todo'. No pasará. Resulta que estamos viendo a un maníaco que tortura y viola a sus víctimas y lo único que hacemos es amenazar con el dedo y decirle que eso no se puede hacer. Me gustaría una reacción con mucha más intensidad y esa reacción debería haber tenido lugar hace mucho tiempo, su régimen sanguinario no se ha construido en un solo día, ni siquiera en dos, y Oleg no es ni de lejos su primera víctima y ni siquiera es la última. Si la comunidad internacional, el mundo, se lo hubiera planteado antes, no habría pasado lo de Crimea y Oleg estaría en libertad”, sostiene.

Durante los cuatro años de prisión de Sentsov, este ha llegado a convertirse en símbolo internacional de los presos políticos encarcelados en Rusia. La Academia rusa de cine ha firmado un manifiesto en su apoyo al que se adhirieron actores como Johnny Depp o el director Pedro Almodóvar. Pero a Kaplan se le empieza a acumular el cansancio. Cuatro años hablando por Sentsov, viajando por todo el mundo para defender su causa, explicar su historia una y otra vez han hecho que se mantenga en pie con un único objetivo: sacarle cuanto antes de la cárcel. “No puedo pensar en nada más. Estoy harta de vivir su vida. ¿Dónde queda mi vida? Resulta que no tengo y eso es muy triste, tanto que me ha llevado a la depresión. Mi objetivo es también un objetivo personal. Sacarle de allí”, sentencia.

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