Nuestros ríos y océanos están poblados por toda clase de “aberraciones” perfectamente adaptadas a su entorno. Y de vez en cuando algún representante de nuestra especie se cruza con una de ellas quedándose estupefacto ante la extravagancia de la vida.
En este sentido, los pescadores suelen interactuar con extrañas criaturas como la que podéis ver en el vídeo. Esta suerte de pez-pájaro resulta insólitamente peculiar. Y el autor de la captura no pudo menos que echarla de nuevo al agua para que continúe favoreciendo la diversidad de la fauna china.
Pez pájaro descubierto recientemente
Las imágenes proceden de la provincia de Guizhou y todos los que se dieron cita aquel día de pesca disfrutaron de esta singular maravilla de la naturaleza. Al parecer se trata de una carpa herbívora o forrajera, perteneciente a la especie Ctenopharyngodon idella y originaria de China y del este de Siberia. No suele alcanzar grandes tamaños, aunque existe un caso documentado de un espécimen que medía un metro y medio de largo y pesaba 45 kilos.
Actualmente se encuentra presente en todo el mundo. De hecho, se suele introducir en entornos controlados para que se ocupe de las tareas de desbroce en estanques piscícolas y embalses. Sin embargo, se ha demostrado que ejerce un fuerte impacto medioambiental en los ecosistemas cuando su población se sobredesarrolla, ya que las carpas herbívoras destruyen la vegetación sumergida.
Otros monstruos de las profundidades
Vale, el pez con cabeza de pájaro da bastante grima, pero puestos a subir las apuestas, aquí van los reyes del asco… Seres abisales que nos estremecen a base de originalidad.
Pez borrón (Psychrolutes marcidus)
Comenzamos por el animal más feo del mundo según la Ugly Animal Preservation Society. También conocido como pez gota, esta especie se caracteriza por su aspecto plof y su nariz de morsa, si bien es cierto que solo en la superficie luce tan desinflado, porque a 1000 metros de profundidad “la cosa” cambia. Su carne es poco menos densa que el agua, lo que le permite flotar sin invertir energía y soportar las altas presiones de las profundidades.
Pez de colmillos largos (Anoplogaster cornuta)
Puede que nuestro anterior protagonista inspirara cierta ternura a pesar de su aspecto pesadillesco, pero el pez de colmillos largos tan solo evoca terror. Este pez también se mueve lejos de la superficie y disfruta como un enano en aguas templadas. Sus dientes están dispuestos de esa forma, es decir, vueltos hacia dentro, para impedir que sus presas se zafen.
Tiburón víbora (Trigonognathus kabeyai)
El “tiburón víbora” apenas mide 50 centímetros pero es una de las especies más aterradoras del mar. Suele moverse entre los 250 y los 350 metros de su profundidad y sube a la superficie para cazar cuando cae la noche. Su mandíbula se desencaja, llegado el momento, a lo Alien, para abarcar sin problemas a su presa y su cromática oscura le ayuda a ser indetectable.
Siniestros, ¿verdad? Aunque no tanto como la idea de compartir un fragmento de nuestra secuencia genética con ellos. Así que menos asco y más comprensión, que todos surgimos de la misma “charca”.
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