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A las ballenas también les gusta el roce
Playground community
17 Agosto 2018 17:44
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La naturaleza está llena de seres y momentos fascinantes. Seres y momentos que, gracias a los investigadores que los estudian y a las nuevas tecnologías, podemos disfrutar desde el sofá de nuestras casas.
La grabación qie encabeza estas líneas, registrada en el océano de la costa de Sudáfrica, muestra a dos ballenas buscándose y rozándose en lo que parece el principio de un ritual de apareamiento fascinante.
Al parecer, los dos animales se habrían encontrado fortuitamente cerca de la playa de Bazley. A medida que los dos se van acercando a la superficie, vemos cómo sus gigantes colas se balancean mientras las dos se entrelazan y enroscan en lo que nos parece un precioso baile marino.
El vídeo es una muestra de uno de los rituales de apareamiento más fascinantes que se conocen. Las ballenas son, de hecho, uno de los animales más estudiados en lo que a patrones de relaciones se refiere. Polígamas por naturaleza, el apareamiento suele darse bajo el agua y en época de cría en un ritual muy complejo que por supuesto varía de especie a especie y que puede incluir canciones o auténticas peleas de dominación entre varios machos compitiendo por el cariño de una hembra.
El periodo de gestación dura aproximadamente un año, luego dedican unos seis meses a amamantar a su ballenato. La ‘temporada’ de celo no se reduce a un solo apareamiento, sino que tanto machos como hembras suelen encontrarse en las aguas más calientes del Trópico para aparearse (normalmente de octubre a marzo) y lo hacen con varias parejas distintas.
El ritual de cortejo es, sin duda, otra de las curiosidades más llamativas. Mientras para algunas especies se trata de algo muy impulsivo, vehemente (básicamente, demostrar que eres el más bruto de la manada), para otras se trata de modificar su aspecto físico (las ballenas toro inflan su piel alrededor de la garganta para parecer más grandes) o de realizar pequeños rituales como pompas debajo del agua o auténticos ‘ménage à trois’ (y a más de trois), como es el caso de la ballena gris, que copula con un macho mientras es ‘sujetada’ por detrás por otro.
Sea como fuere, vídeos como los que nos ocupan son solo una muestra de lo maravillosa que es a veces la naturaleza.
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