El bombero retirado Jeffrey Ziegler irá a la cárcel por culpa de esta escena
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Hay una frase hecha que reza “no cabe un tonto más”. Lo malo es que algunos se lo toman como un reto. Se esfuerzan por caber.
Podemos permitirnos la licencia de introducir así este vídeo porque, afortunadamente, nadie ha muerto. Pero podría haber muerto. Esto que ves arriba podría haber sido el vídeo de una tragedia. Una estúpida tragedia.
Brennan Walker, un adolescente de 14 años, afroamericano, habitante de Rochester Hills, en el Estado de Michigan, timbró a la puerta de una casa para pedir indicaciones cuando trataba de llegar a su escuela: había perdido el bus y no conseguía encontrar el camino a pie. La grabación muestra como este joven únicamente timbra y no hace ninguna clase de movimiento que pudiera ser malinterpretado como amenazador. Timbra y espera a que le abran la puerta, manteniéndose siempre quieto y visible en el porche de la casa.
La primera persona que sale a la puerta para atender la llamada del joven Brennan es la señora de la casa, que opta por gritar y asustarse por toda respuesta. Comienza a llamar por su esposo diciendo que un joven negro intenta entrar en su propiedad para robar. Brennan, ante esta inesperada situación, opta por no mediar palabra y salir corriendo. Probablemente porque también ve al otro protagonista de esta historia, el otro habitante de la casa, Jeffrey Ziegler, que traía consigo al último personaje de esta pequeña obra: una escopeta de alto calibre.
Brennan logra salvarse porque empieza a correr, pero el Sr. Ziegler, aun así, decide disparar contra el joven por la espalda. Por suerte, no logró alcanzarle.
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El hombre basó su defensa en la idea de que disparó por accidente tras resbalarse al salir al porche convencido de que el chaval estaba intentando entrar a la fuerza a su propiedad. Difícil de creer.
Miremos el vídeo de nuevo: un individuo impresentable y de gatillo fácil ha sido condenado por su propia cámara de vigilancia. Su incivismo y su potencial como persona peligrosa para otros le harán pasar un tiempo a la sombra. Pensemos que, incluso si Brennan hubiera sido un delincuente, que no lo era, el dispararle en plena huida, por la espalda y ya fuera de sus predios, no sería un acto legalmente eximiente de nada.
En el fondo de esta historia laten dos cosas: el habitual racismo de tantos y tantos núcleos de los Estados Unidos y la aparentemente intocable —en tantos de esos estados— posibilidad de tenencia de armas para la llamada autodefensa. Algo que las empresas que siguen teniendo pingües beneficios siguen potenciando con lobbys y millones para que ningún lugar más de los USA se sume a las teorías abolicionistas de la posesión de armas en el ámbito doméstico.
Por la combinación de todo eso, el bombero retirado Jeffrey Ziegler acaba de ser encontrado culpable de asalto con intención de causar lesiones graves. Deberá ir a la cárcel. El 18 de noviembre conocerá su sentencia definitiva.
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