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Adicto a inhalar gasolina: nunca sale de casa sin su botella y consume más de un litro al día

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Inhala combustible desde que tenía 8 años, y no es el único

Playground community

11 Agosto 2018 21:53

Todos adoramos el olor de las flores, del pan recién hecho o del mar. Luego hay gente a la que le gusta el olor del pegamento, de un libro nuevo o del queso azul. Y luego está Dadan, un indonesio adicto a inhalar gasolina.

A Dadan le gusta la gasolina... quizás un poquito demasiado. Como vemos en el vídeo, el hombre se pasea por el mercado de Sungai Nanam con una botella llena de combustible prácticamente pegada a sus labios. Carga con otras botellas similares en la bolsa de plástico que siempre lleva consigo, por si se queda sin combustible (literal y metafóricamente hablando). Entre tanto hace su vida cotidiana: se prueba unas gafas de sol, ayuda a su mujer con el negocio y se queda ensimismado con la vida.

Natural de la ciudad de Solok, en la provincia de Sumatra Occidental, Dadan tiene hoy 35 años pero lleva inhalando gasolina desde que tenía 8 años. Su hermano Aro asegura que este extraño hábito no le supone ningún problema para la salud, de hecho asegura que “nunca se pone malo”. Sin embargo, Dadan no parece demasiado despierto mentalmente cuando su mujer u otra gente interactúa con él.

De hecho, el Centro Canadiense de Seguridad y Salud Ocupacional advierte de que los vapores de la gasolina pueden provocar efectos en el sistema nervioso, además de mareos, falta de apetito, somnolencia o mala coordinación (entre otros muchos síntomas peores a los que Dadan parece ser inmune).

Aunque te pueda parecer increíble, este hombre no es el único adicto al combustible. Teresa es una mujer de Pensilvania que también lleva inhalando gasolina desde los 14 años... por recomendación de su propio padre. Su historia se hizo famosa en el programa estadounidense Mi extraña adicción.

Al igual que Dadan, siempre lleva una botella consigo y se pone de mal humor cuando se le acaba. Pero al contrario que Dadan, Teresa sí es consciente de que padece varios trastornos de la salud por culpa de su adicción, como pérdida de la memoria y problemas digestivos. Aun así, sigue gastándose más de 400 dólares americanos al mes en gasolina y asegura que disfruta de su adicción ahora igual que cuando empezó a inhalar siendo pequeña.

Cuando despierto en la mañana lo primero que hago es aspirar gasolina e incluso lo hago en la madrugada porque me gusta la sensación que siento en mi nariz y garganta.

Teresa, adicta a inhalar gasolina

Como era de esperar, también hay gente a la que le gusta directamente beber gasolina (al fin y al cabo es un líquido). Quizás el caso más sonado es el de Shannon, una chica de 20 años que también apareció en el programa Mi extraña adicción. Normalmente se toma unos 12 chupitos de combustible al día, lo que vienen a ser unos 19 litros al año.

Aunque es consciente de que le hace daño, no piensa en dejarlo. “Me provoca un subidón emocional en un primer momento, y luego siento cómo quema la parte posterior de mi garganta", comenta en el programa de televisión.

Además de ser una adicción peligrosa, inhalar o beber gasolina es bastante caro. Mejor ser adicto a dormir o a leer PlayGround que no perjudica tu salud y te sale casi a devolver.

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